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Imítenlo, imítenlo, imítenlo

Por: JOSÉ M. APONTE MARTÍNEZ 

Apoteósico, faraónico diría Carlitos Quintero, majestuoso digo yo,  el recibimiento que el pueblo – pueblo le prodigó a su héroe del momento, el taekwondista, si, el taekwondista como acertadamente lo explico el doctor Luis A. González y que no acepto que lo corrijan, Oscar Muñoz Oviedo, quien fue a Londres cubierto de humildad y hoy regresa cubierto de pies a cabeza de duro y sonoro bronce, baño que recibió por su inigualable desempeño al enfrentar con valentía y mucha destreza al Tailandes Pen Ek Karaket y derrotarlo sin objeción de ninguna clase.
Recibimiento que también se extendió a quien se convirtió en su buena y fresca sombra, como la del cotoprix, su entrenador Álvaro Vidal Martínez. Ambos estaban radiantes de felicidad y como verdaderos reyes desde uno de los carros de los bomberos repartían saludos y sonrisas a diestra y siniestra a más de 50.000 personas que en motos, bicicletas, caballos, burros, automóviles, buses, y busetas, tracto mulas y camiones salieron a saludarlos. Yo tengo guardado en mi corazón de donde no saldrá jamás el emocionante grito de ¡Jose!, que a garganta llena profirió “Varo” cuando me vio y el cordial saludo que Oscar me dirigió, ambos con dulces y agradecidas miradas; Dios les pague y los siga colmando de triunfos y ratos felices.
Desde ya – y públicamente- quedan invitados con Armando Daza Daza, Álvaro López, no el magistrado sino el entrenador, Irma Gómez Pavajeau y las personas más allegadas como los padres de Muñoz y la hermana mayor de Varo, con su esposo, a un suculento y gastronómico desayuno en la fonda el Patacón Pisao, detalle este financiado por su dueña pero pagado por mi: para ese día habrá hígado guisado, chicharrones de la cría de cerdo de Álvaro Castro Castro, paticas guisadas de los mismos chanchitos, sopita de costillas con buena hojita por si hay guayabo, carne oreada con abundante cebolla, viuda de bocachico, bagre guisao, todo pasado con agua de maíz y de panela con poca panela y buen limón. Si en Londres hubo abstinencia para Oscar, porque Álvaro no sabe de eso, aquí se la va a desquitar.
Oscar Muñoz Oviedo no ha practicado este deporte por más de 10 años y jamás se imagino que llegaría al podio de los más famosos del mundo, pero cuando obtuvo su primer triunfo pensó en el segundo y a base de esfuerzo, tenacidad, sacrificios y perseverancia, hoy tiene su porvenir y – el de su familia- asegurados.
Que fácil fue ganarle a Karaket, pero que difícil fue llegar hasta la cima, cuantos obstáculos hubo que vencer para llegar a Londres, fuimos los últimos en llegar, pero intervenimos y vencimos. Felicitaciones Campeón.
Que Oscar sea el ejemplo vivo para tantos jóvenes Cesarenses que si se proponen pueden llegar mas lejos y obtener preseas de plata y oro en otros deportes, como natación, patinaje que tendrá que ser aceptado y ciclismo. Vean que hasta en lo económico es súper bueno pues este muchacho, así por encimita, se metió al bolsillo aproximadamente unos 300 melones de los grandes, si, $300.000.000 así con nueve ceros. Imítenlo, Imítenlo, Imítenlo y verán que se puede lograr los sueños y triunfar.

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