Después de responder los cuestionamientos hechos por los congresistas de la Comisión Séptima de la Cámara de Representantes, en un debate de control político, sobre la desnutrición de los niños en la Guajira, promovido por la representante Ángela Robledo, la directora nacional del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, ICBF, Cristina Plazas Michelsen, se comprometió, entre otras cosas, a visitar a este departamento la próxima semana, con el objeto de conocer de cerca la problemática y tomar los correctivos necesarios, para fortalecer los procesos de protección de los niños, niñas y adolescentes de los 15 municipios de la península.
Igualmente, la funcionaria ordenó realizar una intervención inmediata, a la regional del ICBF, en la Guajira, para analizar la situación y se comprometió a nombrar a una persona encargada de articular a los diferentes actores, tanto Nacionales, departamentales y municipales, para que se cumplan las metas de no permitir que ni un niño o adolescente más muera por este flagelo, para ello se cuenta con un presupuesto aproximado de 3 mil 500 millones de pesos.
“Conformaremos un equipo interdisciplinario de 318 profesionales que se encargarán de hacer un rastreo en los 15 municipios, poniendo especial atención en la comunidad indígena, para localizar a todos los menores de edad, que no estén incluidos en el sistema de atención”, expresó Plazas Michelsen.
Se estableció que otro punto que contempla la intervención es en el suministro de raciones alimentarias de emergencia que cubran a toda la familia, en cada uno de los rincones del departamento.
Así mismo la directora del ICBF, recordó que está recién posesionada en el cargo y expresó que está estudiando todos los informes de gestión presentados con anterioridad, por los operadores del sistema y mirar hasta donde se han cumplido las metas y si es necesario, tomar los correctivos pertinentes.
Por su parte el representante a la cámara, Alfredo Deluque Zuleta, explicó que el problema de la Guajira y especialmente el de los indígenas Wayuu, no es la desnutrición como tal, “el problema radica es que los indígenas no tienen condiciones de vida saludable, no hay agua potable, ni vías, ni fuentes de empleo”, expresó el parlamentario.
“En la medida en que se le empiecen a mejorar las condiciones de vida a los indígenas, le creemos fuentes de empleo y le demos agua potable y permanente, el paternalismo del estado, no tendría que ser tan grande”, puntualizó Deluque Zuleta.
Por: Jesús Eduardo Ariño Fragozo
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