En medio de la discusión entre el gremio de ganaderos y el Instituto Colombiano Agropecuario, ICA, por las dudas e incongruencias en el proceso de detección de un brote de fiebre aftosa en el Cesar, la Asamblea del departamento convocó a la Policía Fiscal y Aduanera, el ICA, los alcaldes de los municipios declarados en cuarentena (La Paz, San Diego y Codazzi) y otras instituciones del sector ganadero; sin embargo, y pese a la citación, ni el ICA ni los alcaldes, ni los encargados de asuntos agropecuarios en esos municipios, atendieron el llamado.
En cambio, la sesión cuyo objetivo era despejar dudas al analizar la problemática desde las distintas perspectivas, se convirtió en una disputa sobre quién tiene la culpa de la situación que hoy enfrentan los ganaderos del departamento del Cesar.
Mientras Fegacesar asegura que el foco de aftosa en San Diego es producto del contrabando de ganado venezolano que se presenta debido a la poca vigilancia de la Polfa, esta institución asegura estar haciendo los controles pertinentes pero que estas acciones no llegan a feliz término debido a que el ICA muchas veces les devuelve el ganado que ellos incautan argumentando no tener recursos para su tenencia.
Por otra parte, mientras un sector de ganaderos se manifiesta satisfecho por el apoyo del secretario de Agricultura, Carlos Eduardo Campo, los diputados Camilo Lacouture y Jorge ‘popo’ Barros aseguran que el funcionario del Gobierno departamental ha tenido una gestión parsimoniosa, poca o nula, frente a la calamidad.
Mientras la polémica se disipa y el ICA atiende al llamado, los ganaderos esperan la llegada de la gerente general de este instituto para que sea ella quien despeje las inquietudes de estos productores del campo.