Los humedales del sur del departamento de Cesar están condenados a desaparecer, según los resultados arrojados por las investigaciones adelantadas por Corpocesar y la Universidad Nacional de Colombia, a través del Instituto de Ciencias Naturales. Según los especialistas, algunos complejos cenagosos tendrían 100 años más de vida útil.
La información fue dada a conocer durante las jornadas de socialización que realizó Corpocesar las cuales se cumplieron la semana pasada y fueron compartidas en los municipios de Valledupar, La Paz, en el corregimiento Potrerillo del municipio de El Paso, Chimichagua, Aguachica y Gamarra con organizaciones civiles, ambientales, gremios y autoridades municipales.
Según Orlando Rangel profesor titular del Instituto de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional de Colombia, con las investigaciones se logró demostrar los altos niveles de colmatación (velocidad con la que se llenan) y sedimentación en las ciénagas del sur de Cesar, que superan el promedio anual y nacional de sedimentos, es el caso de humedales como Congo, Sordo, Juncal y Baquero los cuales están condenadas a desaparecer.
Según el científico, la desaparición de estos cuerpos de agua causaría un grave impacto para la fauna y flora que dependen de estos ecosistemas, además de la afectación socioeconómica a la población de la región. Así mismo se evidenció el 50% de la destrucción del hábitat del morrocoy para la ampliación de la frontera agrícola y el nivel de amenaza de reptiles.
“Los humedales y las ciénaga de Zapatosa son el futuro económico del Cesar y el oriente del país; de estos sistemas acuíferos depende la agricultura, porque le ofrece agua a la atmosfera y produce lluvia a municipios como Gamarra y Aguachica”, explicó Rangel.
Invasión humana y erosión
La alarmante situación de los complejos cenagosos del departamento se debe a la penetración de los pobladores y la mala ejecución de obras de ingeniería que han ocasionado inundaciones y de paso han afectado el ecosistema. Uno de los problemas más graves que afectan los procesos geológicos son las vías férreas mal ubicadas, tuberías que no respetaron los drenajes y diseños hidráulicos defectuosos.
“Las intervenciones y obras de ingeniería mal diseñadas, sumados a procesos de deforestación, sedimentos provenientes del río Lebrija han aumentado el proceso de colmatación de las ciénagas”, declaró el experto en investigación de la Universidad Nacional de Colombia.
Otro de los problemas identificados es la actividad humana invasiva teniendo en cuenta que en época de sequía los campesinos y terratenientes penetran los humedales para dedicarlos al pastoreo, situación que deteriora cada vez más estos complejos de agua.
Según Rangel, es muy poco lo que se puede hacer por estos sistemas cenagosos, por lo que le sugiere al Gobierno Departamental que busque la participación del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible para “salvar otras ciénagas del departamento como Zapatosa, Costilla y Morales donde los problemas ambientales no tiene tanta gravedad”, sostiene el investigador.
Durante las jornadas de socialización también se dio a conocer la caracterización de la biodiversidad del Cesar, una de las mayores estudiadas en el país y el Caribe colombiano; la caracterización en las ciénagas menores, servicios ambientales, deforestación evitada, captura de CO2 en el ecoparque Los Besotes, educación ambiental, monitoreo de especies silvestres amenazadas y protección de zonas con reductos de bosque y planicie del departamento, las cuales deben ser declaradas como reserva forestal para la protección y conservación de las especies de fauna y flora encontradas en zonas como El Jabo en Valledupar y Bosque El Aguil en Aguachica, entre otros de importancia para el departamento.
El extenso sistema de ciénagas del Departamento del Cesar comprende desde el humedal El Congo ubicado en el municipio de San Martín, hasta el Costillas, municipio de Pelaya más al norte del Departamento. Todos están interconectados por sistemas fluviales y dependen de los ríos Lebrija y Magdalena.