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Huele feo en el POT

Los concejales de Valledupar tienen sobre sus hombros una gran responsabilidad. Como lo dijo el presidente del Concejo Municipal, Hernán Felipe Araújo, nadie puede presionar ni decirles lo que tienen que hacer con el proyecto del Plan de Ordenamiento Territorial que llegó hace unos meses, luego de más de un año de estar construcción. Si el estudio, análisis y evaluación de este documento hecho por los concejales concluye que no le conviene a la ciudad adoptar un POT con estas características, así será, y si por el contrario consideran que es lo mejor para Valledupar, también será.

Lo importante aquí es que sea un análisis responsable, sensato y serio, en el marco de la ley, sin que intermedien las presiones políticas, menos las económicas, como se rumoró la semana pasada cuando un grupo de habitantes de invasiones de Valledupar marcharon hasta la plaza Alfonso López para pedir a los concejales que aprobaron el POT tal cual está. Voces de los mismos manifestantes dijeron que los había mandado la Alcaldía de Valledupar, versión que no fue confirmada ni desmentida. Lo que sí es obvio es que detrás de esas personas había un interés específico, porque es evidente que este es un tema al que le faltó socialización entre la ciudadanía y por tanto no es de fácil comprensión.

Las sesiones de estudio convocadas por el Concejo Municipal, con los diferentes actores, fue clave para aclarar dudas y conocer detalles. Después de toda esa serie de reuniones en las que la propuesta del Plan de Desarrollo Territorial fue nuevamente discutida, quedaron varias percepciones. Una, que se puso en evidencia la estrategia de la Administración Municipal para que el Concejo apruebe una versión del POT que no fue concertada con Corpocesar ni con el Área Metropolitana, cuyos representantes tuvieron ahora la oportunidad de exponer ante los miembros de la Corporación los alcances de la concertación sobre la versión del POT que a ellos les presentaron.

Por ejemplo, la ponencia del director del Área Metropolitana, Guido Verdecia, así lo demuestra. La propuesta de expansión urbana que se exhibió en el Concejo no es la misma que conoció la autoridad metropolitana porque en la primera propuesta no había expansión en la margen izquierda del río Guatapurí, lo cual concordaba con el Plan Maestro de Acueducto y Alcantarillado recientemente adoptado por Emdupar. EL PILÓN conoció que la propuesta de suelo de expansión en la última versión del POT ha crecido en proporción directa a la gestión de un precandidato a la Alcaldía, que según afirman nuestras fuentes, recogió “cuotas” para rediseñar los planos originales y así hacerles un ‘gol’ a los concejales. Esto es fácil de comprobar en las actas de concertación, que dicen una cosa diferente a lo que llevaron la semana pasada al Concejo. Lo único que espera la ciudadanía es que se decida lo mejor para Valledupar, que pierdan los avivatos que quieren pescar en río revuelto y gane la institucionalidad.
A partir de esta semana el balón queda en el terreno de juego del Concejo. Que prime la sensatez.

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