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Huele a podrido en la UPC

Por petición de muchas personas voy a repetir el posdata de mi columna del dos de abril: y dice así: “Si por las altas Cortes llueve, los escándalos y hallazgos en la UPC no escampan, suenan rumores de corrupción gravísimos que esperamos que la entidades de control investiguen severamente: Procuraduría, Fiscalía y Contraloría. Sería bueno revisar algunas convocatorias o licitaciones, algunas acomodadas y manipuladas por intereses particulares, rodeada de personajes que le han hecho mucho daño a la UPC. Hay que comenzar a investigar a altos funcionarios de la entidad y por qué no al mismo Concejo Directivo. En la próxima columna denunciaré un caso específico con nombres propios y ojala que no llegue a la conclusión de llamarlos o tildarlos “sinvergüenzas” y “corruptos”.

Pasará mucho tiempo para que la UPC recupere su credibilidad. Hay que abogar por una cultura y ética universitaria, comenzando por algunos funcionarios. Manifiesto mi rechazo frente a toda practica de corrupción en la UPC y clamo por una institución que merezca nuestra confianza y respeto y pido a los vallenatos y clase dirigentes que atienda n este grito de indignidad. Así cómo va la U, va mal.

Nueve de abril de 1948 – Mañana nueve de abril se cumple un nuevo aniversario del asesinato del caudillo liberal Jorge Eliecer Gaitán. Jorge Eliecer Gaitán era un líder popular indiscutible, en aquella época jefe del Partido Liberal. Nunca se pensó que su asesinato crearía tanta conmoción, o mejor nadie pensó o esperaba que él corriera esa absurda suerte.

A partir de ese acontecimiento surgieron los odios de clase y se acentúo la malquerencia entre los Partidos, provocando una histeria reaccionaria que haría retroceder muchos años al país en su evolución política. Los episodios del nueve de abril de 1948 dieron por resultado la explosión anárquica y bárbara que comenzó brutalmente en el linchamiento y muerte del asesino de Gaitán, Juan Roa Sierra. El motín anárquico se generalizó tanto que abarcó todas las capitales del país, viviendo horas de terror. Valledupar fue epicentro de desórdenes.

Para quienes entonces iniciamos una niñez que hoy ya comienza a ser el principio de la vejez, tenemos recuerdos muy lejanos de estos hechos. Quiérase o no, el nueve de abril de 1948 es la condena del odio, de las exacerbaciones políticas. También es a mi juicio personal el hecho de mayor transcendencia del siglo XX ¿Quién no fue en aquella época gaitanista?

Alberto_Herazo: