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¿Hubo jurado amañado en el Festival Vallenato?

Reflexiones de Tío Chiro y Tío Nan

Por Aquilino Cotes Zuleta

Acaba de terminar el Festival Vallenato y comienzan las especulaciones (¿ciertas o falsas?) sobre el manipuleo o reacomodamiento del jurado en las competencias.

Tenemos al ente organizador Fundación Festival de la Leyenda Vallenata al frente del evento que cada año congrega a miles de turistas y anfitriones alrededor del folclor vallenato.

La Fundación ha venido siendo cuestionada por la legalidad de los terrenos en donde opera en este momento, por la inversión multimillonaria echa allí mismo con recursos del estado colombiano. En su momento, el jurista patillalero, Evelio Daza Daza, también ha cuestionado el manejo de esa organización   y existe sobre el ambiente una serie de dudas que aún no definen los jueces sobre la viabilidad de una empresa que dice ser netamente privada, pero que cada año recibe millonarias inversiones por parte del Estado y no le rinde cuentas al mismo Estado.

Quiéranlo o no hay un lío jurídico sobre esa legalidad y el control que debe tener el Estado o la familia Molina Araujo sobre el ente organizador, pero ese es un asunto –repito y reitero- que deben dirimir los jueces de la república, cuanto antes.

Lo otro es el tema de los concursos que se realizan cada año durante el Festival Vallenato, en las diferentes categorías, aunque sería imprudente no reconocer que organizar una festividad del tamaño del Festival Vallenato tiene sus pro y sus contra.

Una vez finalizado el 45 Festival Vallenato se oyen voces discordantes  que reclaman más transparencia  en la escogencia de los jurados para los concursos, especialmente en la gran final den evento en donde ganó Fernando Isaac Rangel Molina, el acordeonero del conjunto de Jorge Oñate.

Sin embargo, se reconoce la idoneidad de muchos de los jurados en el tema musical; inclusive, porque muchos son acordeonistas, guacharaqueros, cajeros o cantantes.

Empero, como dice el famoso refrán: “”Por la maleta se conoce al pasajero” para nadie es secreto que el ex Presidente César Gaviria Trujillo no tiene herramientas académicas ni experiencia musical para ser capaz  de determinar las medidas musicales de los ritmos Paseo, Merengue, Puya y Son; por lo tanto, no debería figurar en la mesa de votación de un jurado que evalúa a los intérpretes de la música vallenata durante un concurso.

Me refiero especialmente al jurado de la competencia de acordeonistas profesionales realizado durante la gran  final del Festival Vallenato del pasado 30 de abril, en donde estuvo como jurado el político y ex presidente colombiano Gaviria Trujillo.

A lo anterior se añade  la presencia del dirigente gremial Hernán Araujo Castro en la misma mesa en donde están sentados como jurados los reyes vallenatos Cristian Camilo Peña Redondo y  Orangel ‘Pangue’ Maestre Socarrás. Seguramente entre los reyes y el dirigente hay una gran brecha de apreciación musical.

La otra incongruencia de este jurado “intermitente” y que hoy cuestionan a cuatro voces, es la presencia de Guillermo Mazorra de Sony Music de Colombia.

Para muchos es improcedente la presencia del señor Guillermo Mazorra como jurado porque representa la casa disquera en donde graba uno de los participantes del concurso, como es el caso de Rangel con Jorge Oñate, ahí lo que se observa es que existe una confabulación netamente comercial que va en detrimento de unos competidores.

Ahora, lo que se discute es que el jurado debe ser imparcial y sin ningún asomo de influencia entre los participantes. Pero no es así, porque Cristian Camilo Peña Redondo fue – hasta hace poco- el acordeonero de Jorge Oñate y el señor Mazorra pertenece a la firma en donde ellos graban los temas musicales.

Para evitar todas estas especulaciones que no sabemos si son ciertas o son falsas, -pero queda la duda en el ambiente-, la Fundación debería debe dar a conocer el jurado de la gran final con antelación, para que se evite el reacomodamiento.

tiochiro@hotmail.com

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