Por José Romero Churio
En el mundo,el fútbol, sin duda alguna, es el deporte con mayoría de aficionados.
Lamentablemente, un minúsculo porcentaje de ellos son fanáticos que a menudo se convierten en vándalos cuando sus equipos no llenan las expectativas de triunfos con los cuales se ganan los campeonatos.
A un día del crucial partido que la selección colombiana jugará contra la chilena, de cuyo resultado depende que el fútbol colombiano quede clasificado para participar nuevamente (después de tantos años de ausencia) en el mayor certamen de la FIFA que el año entrante se realizará por segunda vez en Brasil, el tema de mi columna no puede ser diferente a este deporte tan multitudinario que, desafortunadamente, reitero, con gente fanática provocadora de desmanes cuando le frustran su ensueño.
Colombia figuró por primera vez en un campeonato mundial de fútbol en 1962, realizado en Chile después de habersoportado un desastroso terremoto, allá tuvimos el regocijo de empatar 4 a 4 con la selección de la Unión Soviética tras el adverso marcador de 4 a 0. Lo más glorioso es que su portero era el legendario Lev Yashin, apodado ‘La araña negra’ por sus espectaculares atajadas y vestimentaazabache, hasta ahora considerado por muchos como el mejor futbolista de Rusia y a quien, en la historia mundial del fútbol, todavía los expertos lo siguen catalogando incomparable en el cuidado de la red de los arcos de los estadios de fútbol.
A este arquero Marcos Coll le marcó el único gol olímpico de la historia de los campeonatos profesionales de la FIFA.
El mayor logro de Colombia en esta tan importante competencia deportiva a pesar de su eliminación en primera ronda al perder sus otros dos partidos.
En 1990 Colombia regresó a las finales del mundial de fútbol, realizado en Italia, por repechaje después de haberle ganado a Israel. Allí tuvimos un desempeño decoroso, pues pasamos a la segunda ronda por el empate 1 a 1 con Alemania, con gol de túnel de Fredy Rincón, después nos eliminó Camerún por una de las acostumbradas travesuras del portero René Higuita.
En 1994 volvimos llenos de gloria al mundial realizado en Estados Unidos; en realidad, llegamos como favoritos para ganar el mundial, no era para menos, en vista de que fuimos los primeros de la eliminatoria suramericana de manera invicta, además de humillar 5 a 0 a los argentinos en Buenos Aires; sin embargo, no pasamos a la segunda ronda y, lo más triste, en Medellín asesinaron al futbolista Andrés Escobar quien había anotado un autogol en el partido con los anfitriones del mundial.
Por tercera vez consecutiva volvimos al mundial de 1998 en Francia, tampoco superamos la primera ronda a pesar de la victoria contra Túnez.
Estamos ad portas de volver al mundial de 2014, estamos a un punto faltando dos partidos; es decir, con 6 puntos en juego, si no lo logramos el entrenador José Pékerman quedaría muy mal parado porque la consigna es regresar al mundial de fútbol.