Para hoy está programada la Sala Plena de la Corte Suprema de Justicia, encargada de escoger a la nueva fiscal, en reemplazo de Francisco Barbosa a cuatro días de terminar su periodo.
El tema ha cobrado relevancia nacional por cuanto se ha ido dilatando un proceso que a estas alturas debería ser de puro trámite, ya que ha habido tiempo suficiente para el estudio de las hojas de vida, las cuales hace cuatro meses reposan en los escritorios de los magistrados.
Entonces, habiendo establecido la idoneidad y experiencia de las ternadas, consultada la legalidad de la equidad de género en la conformación de la terna, examinado el régimen de inhabilidades e incompatibilidades del cargo a proveer, escuchadas las aspirantes en la entrevista y, sobre todo, no objetadas a ninguna de ellas, simplemente queda hacer la votación y que el país conozca la decisión.
¿Qué hace falta para que los magistrados decidan?, buena pregunta. Por ordenamiento jurídico y en cumplimiento de sus funciones deben elegir un nombre, toda vez que reúnen los requisitos del cargo. Ahí nacen los temores y suspicacias que hoy nutren la polarización del país.
Por un lado, un sector político visceralmente se niega a aceptar el mandato popular, promoviendo la ingobernabilidad desde los entes de control del Estado, en una fratricida campaña de desprestigio del gobernante y judicialización de la política. Son las garantías que les da la actual fiscalía. Paradójicamente vemos la celeridad en unos casos y la lentitud en otros.
Ilustrando el tema. Mientras allanan al sindicato de maestros buscando rastrear evidencia sobre el supuesto ingreso de 500 millones de pesos a la campaña Petro Presidente, localmente guardan silencio sobre las astronómicas cifras gastadas en el departamento del Cesar, al punto que descaradamente la campaña ganadora dice haberse gastado solo 1.360 millones, cuando al cuantificar la publicidad hoy abandonada en municipios y corregimientos suma mucho más. Vayan a retirarla.
Por el otro lado, se escucha al Presidente hablar de una ruptura institucional, descalificando los allanamientos diciendo que anteriormente estos “eran sobre las organizaciones mafiosas, que ilegalmente financian políticos. Ahora es sobre organizaciones de trabajadores porque el presidente no es del narcotráfico”.
Hoy debe ser el día que los magistrados de la Corte Suprema elijan a la nueva Fiscal General de la Nación, porque les guste o no, deben cumplir el mandato que la terna la da el presidente y de ella escoger. Dilatar el proceso desdice del buen nombre de la entidad, toda vez que en los corrillos ya se comienza a hablar de un golpe blando, donde el poder económico ordena, el viejo régimen planea, los medios ambientan y la derecha judicial ejecuta. Sean serios con el país. Fuerte abrazo.
ANTONIO MARÍA ARAÚJO CALDERÓN
@antoniomariaA