- Continúa acéfalo el Hospital Rosario Pumarejo, los políticos y los medios de comunicación piden la intervención de Supersalud.
- Superintendencia de Salud tiene la facultad de ejercer una vigilancia rigurosa al Hospital Rosario Pumarejo.
La falta de gerente en el Hospital Rosario Pumarejo de López, el centro asistencial más importante del Cesar, es un problema que aún no tiene solución. Este hecho preocupa a múltiples sectores que han hecho un llamado al gobernador Luis Alberto Monsalvo para que busque una medida definitiva a la situación por la que atraviesa la entidad.
Además de los usuarios de este centro de salud, y medios de comunicación, organismos como la Contraloría y la Procuraduría, no han sido ajenos a pronunciarse en este respecto. Junto a ellos los cabildantes municipales y departamentales han evidenciado, tanto en el Concejo como en la Asamblea, la necesidad urgente de que se ponga fin a la pelea jurídica y de tintes políticos que hay entre uno de los que aspira a ser gerente del hospital y la junta directiva de dicha empresa. Un enfrentamiento que deja a la Gobernación como la responsable de no darle posesión a este candidato.
De su lado, Supersalud como máximo órgano de inspección y control del sistema general de Salud, tiene plenas facultades para ejercer una vigilancia más rigurosa al hospital Rosario Pumarejo. Con esta supervisión la Superintendencia puede normalizar la prestación del servicio hospitalario y sus procedimientos administrativos.
En medio de esta disputa, van y vienen como disparos las órdenes judiciales que dan como respuesta una contra orden del mismo tipo. Estas balas de pólvora legal mandan cumplir el resultado del cuestionado concurso de méritos para elegir gerente. Pese a ello, aún se mantiene la ausencia de un directivo que ya suma seis meses. Tiempo que se cuenta desde que el último gerente nombrado, Jhonny Flórez, dejara la entidad.
De tutela en tutela, la batalla tiene en su historial el uso de argumentos y tesis jurídicas para defender los diferentes puntos de interpretación de la inexplicable situación. La realidad es que en primera instancia, un juez ordenó a la junta directiva conformar la terna de elegibles, en un término perentorio de 48 horas. Contrario a eso, el grupo de dirigentes y la gobernación manifestaron que las horas debían contarse como horas hábiles, esta lectura extendió de dos días tal como está estipulado, a seis días en total. Sumado a eso, cuando fue presentada una terna posterior, apareció en escena una nueva tutela que ordenó suspender el trámite iniciado por un amparo anterior.
En medio de estas demoras y de una falta de decisión, un grupo de diputados del Cesar afirmó el Hospital Rosario Pumarejo continua como barco sin capitán y los afectados son los ciudadanos comunes y corrientes. Ejemplo de eso es el caso que ocurrió con el adulto mayor Cristian Martínez, quien murió en la entrada de las instalaciones del centro medico hace pocos días.
Por otra parte, sumado a las inconsistencias mencionadas, existen denuncias sobre peleas internas entre los administrativo que partirían de una exagerada contratación sin ningún control.
Para los Diputados, frente a esta situación, que se asemeja a una partida de ajedrez que no deja ganadores, parecería viable buscar una alternativa que termine el juego y restablezca el orden en una entidad tan vital para el, ya complejo, sistema de salud departamental. Es por eso que entre los políticos vallenatos se habla de una intervención del ente encargado de vigilar a este ramo a nivel nacional, la Superintendencia de Salud.