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Hospital Materno Infantil no es viable

Al lado de la empresa Servipan, en la carrera 7ª con calle 36, en el antiguo lote de Idema, fue construida una edificación en la que funcionaría el Hospital Materno Infantil. Esta obra comenzó hace 15 años en la administración de Jhonny Pérez Oñate. Contaba con área de hospitalización, cirugía, laboratorio clínico, zona de urgencias, farmacia y auditorio, pero hoy la zona de 15 mil metros cuadrados solo sirve como escondite de delincuentes. Sólo quedan ruinas envueltas en la maleza y los hierros que sirven para el cerramiento están debilitados.

A esta obra solo le hizo falta dotarla de los elementos para que funcionara, pero sin siquiera inaugurarla fue destruida. La construcción de esta infraestructura se reanudó cuatro veces entre 2001 y 2006, pero por no contar con la licencia ambiental por parte de la Corporación Autónoma del Cesar se suspendió por completo.

La obra de 1.200 millones de pesos, según el Alcalde Fredys Socarras Reales no tiene viabilidad porque no tiene la licencia ambiental, además pasaron cuatro alcaldes desde sus inicios y la obra fue desmantelada.

Este centro asistencial iba a beneficiar principalmente a los habitantes de los barrios circunvecinos, contaba con una infraestructura de primera categoría, pero toda la plata invertida se perdió y en la actualidad este proyecto está en el olvido. El proyecto que en su momento fue avalado por el Ministerio de Salud ayudaría a disminuir la tasa de mortalidad materna infantil y mejorar la atención integral a la mujer embarazada.

Lo que prometía ser uno de los centros de salud más grandes y modernos de la región, se convirtió en un simple recuerdo donde la maleza se adueñó del lugar y sigue creciendo como si reclamara su espacio. La obra fue abandonada y sacada de los proyectos de los gobernantes y dirigentes políticos como de la comunidad en general.

Una obra muerta

El secretario de Salud Municipal, Jhon Gil Rojas, dijo que esa fue una inversión que nació muerta porque legalmente no se permite la construcción de un hospital en esta zona, “fue un proyecto mal planificado por la administración de esa época que realizó una inversión para la infraestructura hospitalaria, pero por las denuncias que manifestaron que en ese sitio no se podía realizar, la obra tuvo que ser suspendida”, acotó el funcionario.

Teniendo en cuenta que Valledupar registra una población infantil y juvenil del 35%, es necesario un centro de salud en el que la atención a este sector sea especializada.

Por tal motivo el Alcalde de Valledupar aseguró que su administración gestiona un convenio con la Universidad Popular del Cesar, para que la institución que ha manifestado su interés en el proyecto, se encargue de la construcción del Hospital Materno Infantil debido a que ellos tienen las ganas y los recursos.

“A esa vieja obra no se le puede meter mano porque no tiene licencia. Nosotros la encontramos totalmente deteriorada y no había nada que rescatar, sin embargo nosotros hemos reforzado la capacidad del Hospital Eduardo Arredondo Daza para la atención materna que no tiene ningún problema. Tenemos suficiente cobertura en prevención y atención”, expresó el mandatario local.

Esta sería la mejor estrategia de salud para el municipio. El Alcalde Fredys Socarrás, que es médico, dijo que con la construcción de un centro materno infantil se estaría apuntando a dos objetivos del milenio que son disminuir la mortalidad materna y disminuir la mortalidad infantil, que son dos problemas visibles en la región.

Invasión del lugar

Cuando la obra fue abandonada, desplazados que no tenían un lugar a donde ir decidieron ingresar a la construcción para tener donde pasar los días. Sin embargo, estas personas empezaron a arrancar las ventanas y desprender el techo, después de un tiempo el municipio logró desalojar a estas familias y la construcción fue asignada al Hospital Eduardo Arredondo Daza.

En el momento hubo un detrimento patrimonial pues la administración de ese entonces no puso vigilancia, y la gente aprovechó para llevarse lo que pudieron y acabaron con todo. Las paredes fueron las únicas que se salvaron, pero han sufrido las consecuencias del tiempo y el clima.

Este ‘elefante blanco’ nunca caminó, pues durante su proceso de construcción entre el 2001 y el 2006 se suspendió y se reanudó cuatro veces. En el 2006 se dio por terminada la obra con un 70% construido.

Este lote se había perdido porque las administraciones anteriores no pagaron la deuda con el Ministerio de Agricultura, pero a través de la Ley 550 el Alcalde Socarrás logró rescatarla. “Rescatamos el proyecto y el certificado de tradición y libertad y las escrituras hoy están a nombre del municipio”, indicó el mandatario.

¿Dónde se atiende a la población materna infantil?

El Secretario de Salud, Jhon Gil, dijo que como este proyecto no era viable, la administración municipal se dedicó a reforzar la infraestructura del Hospital Eduardo Arredondo Daza, donde se atiende a la población materna infantil.
“Lo que se ha hecho es mejorar la infraestructura de Head que es la E.S.E. del municipio y es la que debemos defender.

Por tal motivo estamos invirtiendo alrededor 3.500 millones de pesos para las mejoras en los cuatro puntos del centro asistencial en Valledupar, y los centros de atención del hospital en corregimientos como Patillal, El Jabo, Guacoche, Las Raíces”, así lo explicó el Jefe de esta cartera.

A pesar de que el Hospital Eduardo Arredondo Daza tiene la capacidad de atender a este tipo de población, la sala materna del centro asistencial de su sede en el barrio San Martín no está funcionando porque, según el funcionario, debido a la libre competencia las mujeres terminan haciendo su parto en instituciones privadas como el Cemic de la Clínica Laura Daniela que actualmente es la entidad en Valledupar especializada en el tema. “Fue un centro que fue creado para eso, pero cualquier institución de salud de la capital del Cesar puede atender a esa población”, concluyó Gil Rojas.

El ex alcalde Jhonny Pérez Oñate contrató en el 2000 la construcción del hospital por un valor de mil 256 millones de pesos divididos en dos contratos, uno por 537 millones de pesos y otro por 581 millones.

Andreina Bandera / EL PILÓN
Andreina.bandera@elpilon.com.co

 

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