Gritos, saltos y muchas otras formas de demostrar el nervio, fueron las reacciones de muchos vallenatos la noche de este miércoles cuando se disputó el partido de Colombia ante Brasil, que terminó 1-0 a favor de los cafeteros que hoy celebran una gran victoria llena de historia, revancha y que terminó en dos desafortunadas expulsiones.
La ‘Tri’ que se vio en el estadio Monumental es la que agrada e ilusiona a todo un país. La victoria 1-0 sobre Brasil, la segunda en toda la historia en partidos oficiales y en la Copa América, le devolvió el alma al cuerpo, la alegría y el orgullo a todo el pueblo colombiano. Del mal juego frente a Venezuela no quedó absolutamente nada, Colombia puso a volar a los aficionados en la primera parte con un exquisito fútbol, propio de los grandes.
Por eso, pasadas las 9:00 de la noche, cuando el árbitro Enrique Osses señaló el centro del campo, no solamente se observó el abrazo de José Pékerman y sus pupilos, sino un grito desaforado como parte de triunfo desde Bogotá hasta La Guajira, desde allí a Medellín y hasta el Amazonas, y así en todos los rincones del territorio nacional. “Ganó Colombia” gritaban todos en las calles de la capital del Cesar.
Esto no sucedió solamente por una mera victoria, sino que el cuadro cafetero demostró que es posible recomponer el camino. Un grupo que cambió tanto que deslumbró a muchos espectadores a nivel internacional. Quizás por eso el técnico argentino mostró su mejor sonrisa y tildó excelentemente a su cuadro.
“Se trabajaba para tener un mejor ritmo, creímos en el grupo y jugamos bien atrás. Un rival que nos mantenía al tope, pero afortunadamente hicimos un partido completo, donde pudimos ganar por mérito y eso se dio porque todos los muchachos hicieron un gran partido, estamos felices”, afirmó José Néstor Pékerman.
Muchos se lucieron, en un lado del juego estaba James Rodríguez, con la gambeta, velocidad y picardía por derecha de Juan Guillermo Cuadrado, las diagonales y los exquisitos toques de ‘Teo’ Gutiérrez y las intervenciones providenciales y acertadas de David Ospina, especialmente un cabezazo de Neymar en el cierre de la parte inicial del duelo. Pero uno de los que mejor se portó fue Carlos Sánchez en la zona de contención. Una calidad mental que le dejó llamar ‘La Roca’ porque siempre recuperó el balón, hizo todos los cierres correctamente, le cubrió la espalda a sus compañeros y estuvo impasable.
Jeisson Murillo fue otro de los privilegiados, al minuto 36 marcó el gol para superar a los encopetados brasileños, también se lució con su trabajo coordinado con Cristian Zapata que terminó con cualquier labor que en ofensiva intentaron los dirigidos por Dunga.
En el escenario de la ciudad de Santiago no hubo Neymar que valiera, ni tampoco aparecieron Dani Alves, ni Firmino, quien incluso falló una posibilidad increíble en el segundo tiempo.
Además de eso funcionaron los cambios, Víctor Ibarbo reemplazó a Falcao y dejó el alma en la cancha. Bacca y Alexander Mejía también pusieron su granito de arena en el final del compromiso.
La Selección Colombia tuvo un partido casi perfecto, un onceno que demostró que ha crecido porque tuvo buen ritmo, el que se necesita en partidos importantes. Los colombianos hicieron ver muy mal al pentacampeón del mundo. Al final hubo un incentivo de pelea por parte de Neymar, quizás iracundo por lo mal que se vio, que terminó en la cartilla roja para él y también para Carlos Bacca.
Con este resultado, los colombianos disfrutaron, los vallenatos celebraron los primeros puntos en la Copa América de los amarillos que ahora tienen entre ‘ceja y ceja’ a Perú, su próximo rival en el Grupo C.
Por Tatiana Orozco Mazzilli
Tatiana.orozco@elpilon.com.co