El partido entre Alianza FC y Junior que se disputó la noche de este domingo en el estadio Armando Maestre Pavajeau causó desde tempranas horas alteración de orden público en Valledupar por la presencia de cinco buses con hinchas y barras bravas del equipo barranquillero, de los cuales algunos portaban armas cortopunzantes y estupefacientes, como marihuana, que fueron incautados.
Frente a este hecho, los secretarios de Gobierno de Valledupar y del Cesar, conjuntamente con la Policía Nacional, llegaron hasta la entrada del municipio para tomar mayor control y medidas de seguridad donde los hinchas eran advertidos sobre el apoyo responsable a sus equipos para disfrutar de un espectáculo sano y seguro.
“Los hinchas serán bienvenidos siempre y cuando lleguen con respeto de forma pacífica”, dijo el secretario de Gobierno departamental, Eduardo Esquivel López.
Los visitantes fueron requisados uno a uno por las autoridades competentes, de los cuales algunos fueron custodiados hasta el río Guatapurí para tener mayor control y otros fueron expulsados de la ciudad para garantizar que el partido se llevara a cabo con total normalidad.
“Por mal comportamiento fueron retornados dos buses”, anunció el secretario de Gobierno municipal, Jorge Luis Pérez, quien manifestó que se estimaron 500 personas pertenecientes a barras bravas en la ciudad.
Para garantizar la seguridad en Valledupar fue aumentado el pie de fuerza, el partido contará con la presencia de 400 miembros de la Policía Nacional.
En medio de este control fue capturada una persona por orden judicial de la barra del Junior por el delito de homicidio.