El primer atraco a conductores de una de las busetas de la nueva empresa de transporte urbano de Valledupar, Transvalle, se registró este jueves, cuando a uno de los choferes además le propinaron un balazo en la pierna izquierda.
Según relatan testigos, dos delincuentes a bordo de una motocicleta, siguieron al autobús hasta la transversal 30 con diagonal 18 del barrio Manantial al suroccidente de Valledupar, donde el vehículo quedó sin pasajeros y, dos cuadras después, el parrillero de la motocicleta descendió y haciéndose pasar como usuario del servicio urbano le hizo señas con la mano al conductor, Oswaldo Pérez Jaraba, y una vez éste detuvo la marcha, el asaltante se subió y desenfundó un revólver calibre 38 largo para cometer el ilícito.
“Entrégame toda la plata, no hagas ningún movimiento raro, ni pidas auxilio, ni tampoco me mires, porque ya sabes lo que te va a pasar”, le advirtió el asaltante a Pérez Jaraba.
“La verdad que yo no sabía qué hacer, en medio del nerviosismo iba sacando poco a poco los billetes de los recorridos de hoy, y no conforme con eso, comenzó a requisar hasta que encontró la caleta donde estaba guardado el producido del día miércoles, que aún no lo había entregado al patrón. No recuerdo cuánto se llevó el atracador, pero fue una gran cuantía. En medio de mi desespero por encontrar ayuda, traté de mirarlo y enseguida me hizo un disparo a quemarropa que penetró por la pierna izquierda y la bala quedó alojada en la parte posterior de la misma; pero no me afectó el hueso, gracias a Dios.”
Jaraba Pérez, de 22 años, oriundo del municipio de La Jagua de Ibirico y residente en Valledupar, lleva tres años vinculado a la empresa de transporte colectivo de Cootraupar y comenzó a trabajar con la nueva empresa de colectivos Transvalle; conducía la buseta de placas TLV-017. El asaltante le volvió advertir en tono amenazante que parara el vehículo y una vez lo hizo, se bajó y se montó nuevamente en la motocicleta que conducía su cómplice
El gerente de la empresa de Transvalle, Wissan Farad rechazó de manera enfática la acción criminal y calificó el hecho como un atentado contra uno de sus empleados y del desarrollo del transporte público, no obstante que se ha garantizado la prestación de un buen servicio. Reclamó de las autoridades locales más vigilancia, para frenar el accionar delictivo.
Por Abdel Martínez Pérez
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