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Hechos reales de la tregua guerrillera

Pasada esta controversia electoral y la que aún persiste por la Presidencia de la República, el hecho que más preocupa o que despierta más expectativa entre los colombianos, es la terminación de la violencia nacional guerrillera que aparentemente aumenta las probabilidades de entendimiento entre los colombianos. Las dudas persisten por aquello del actuar del Eln que dice una cosa ahora y luego actúa de otra manera.

El anuncio de este grupo guerrillero de su voluntaria decisión de silenciar fusiles, aunque sea temporalmente, los colombianos con la buena experiencia que se ha tenido con la Farc empezamos a pensar en lo mucho que lograría el país si tal actitud fuera real y sincera.
Los colombianos hacemos cábalas acerca de lo que debe ser el comportamiento de los alzados en armas, como por ejemplo, la terminación del boleteo, secuestros, amenazas y asesinatos. Es decir, el renunciamiento absoluto a las prácticas terroristas que tantos daños le ha causado a la nación colombiana.

Consideramos los de a pie, que la cesación de toda hostilidad debe ser sin demandar contraprestaciones imposibles. Si la voluntad de la subversión es mostrar su nuevo ánimo pacífico, el único camino a seguir es el sometimiento a la negociación bajo los parámetros de la ley sin ninguna trampa ni subterfugio.

Nadie cree en palabras de quienes continúan extorsionando y boleteando a los campesinos, ya que la tregua como dijo alguien en su momento: “la tregua no es el cese a la acciones militares, sino al cese de las acciones criminales y delictivas”.

En síntesis, podemos decir que no es que los militares y el pueblo colombiano se opongan a la tregua, al contrario, lo que sucede es que dicha intención debe acompañarse de hechos perceptibles encaminados a demostrar que merecen la confianza de los ciudadanos.

Mientras no se produzcan tales hechos convincentes, las declaraciones de paz emanadas de los grupos sediciosos estarán minadas de antemano por sus propias intenciones capciosas e inaceptables. Esperemos a ver si los que faltan hacen lo mismo que hizo las Farc para llegar a donde están, y claro, con un gobierno que entienda y tenga intenciones de negociar, por lo que esperamos que con el cambio se pueda dar esta posibilidad como se dio con este.

Es mucho lo que se puede decir del tema, solo que restricción es austeridad para los espacios.

*Especializado en gestión ambiental

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Hernan_Maestre_Martinez: