Ayer fue publicada una denuncia de los habitantes de las veredas y corregimientos de Valledupar, donde afirmaban que el Plan de Vacunación en las zonas rurales avanza a ‘pasos de tortuga’, por lo que se encuentran molestos y preocupados, recordando que las zonas corregimentales también hacen parte de la capital del Cesar, y por ende, exigen que se maneje el mismo ritmo de inmunización que hay en el área urbana.
Al respecto, el gerente del Hospital Eduardo Arredondo Daza, HEAD, Holmer Jiménez, mencionó que ellos cuentan con un cronograma para ir diariamente a los diferentes corregimientos de la ciudad; sin embargo, aclaró que al no contar con todas las herramientas esa actividad se ve alterada. “No podemos ir en un día a todos los corregimientos porque no tenemos los implementos, no podemos mandar equipos diferentes a cada lugar, sin embargo tenemos un cronograma y hemos cumplido en lo que más hemos podido”, expresó.
En cuanto a la queja presentada por incumplir los tiempos estipulados para aplicar las segundas dosis, Jiménez afirmó que el hospital depende de las vacunas que llegan a Valledupar, reiterando que el HEAD sí ha dado prioridad a las zonas rurales aun cuando existen tantas limitaciones para que eso se lleve a cabo. Contó que el Ministerio de Salud envía lotes para primeras y segundas dosis, por ende, deben ser utilizadas para esas etapas de inmunización.
“Hoy no tenemos biológicos de Moderna, AstraZeneca ni Sinovac y hay gente que está esperando el biológico, pero no tenemos, eso depende del mismo Ministerio. Nosotros dependemos de las vacunas que nos llegan; la semana pasada no teníamos los suficientes biológicos ni siquiera para la zona urbana. No se puede mostrar la noticia como si solo fuera en la localidad, sino que es un problema nacional”, concluyó.
Por: Ketty Gutiérrez Maestre/EL PILÓN