En entrevista con EL PILÓN, Mario Ríos se refirió a las gestiones que adelantará para atender y reparar a las 607.918 víctimas del conflicto armado y social en los departamentos Cesar y La Guajira.
Después de siete años, Ríos dejó sus funciones en la Dirección de Asuntos Étnicos de la Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas, ahora es el principal dirigente de la entidad en dichos territorios.
El abogado kankuamo es nativo del corregimiento La Mina, municipio de Valledupar, y egresado de la Universidad Popular del Cesar, UPC.
Usted conoce a profundidad a la Unidad, pero ¿qué debe fortalecerse desde la dirección territorial?
Yo llego a dirigir la entidad con dos postulados básicos: el respeto y la transparencia, valores que están encaminados al actuar de los servidores públicos y representantes del Gobierno del cambio.
Una de las metas es fortalecer la relación directa con el Sistema Nacional de Atención y Reparación Integral a las Víctimas, SNARIV. Sabemos las dificultades que tienen las mismas entidades territoriales y queremos mejorar esa articulación para la implementación de la política pública de víctimas.
Por eso hacemos un llamado a los alcaldes, gobernadores y todas las entidades del Cesar y La Guajira a fortalecer los vínculos para que los dos departamentos puedan mejorar todos los procesos de reparación.
Todas las acciones van a ser de cara a las víctimas, la ciudadanía y los medios de comunicación.
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Una de las recomendaciones de la Comisión de la Verdad es fortalecer la indemnización a las víctimas, ¿cómo se puede lograr?
Hay que hacer más ágil el proceso normativo porque los procesos se han dilatado y no nos está permitiendo llegar con celeridad a las personas porque son muchos los trámites.
También vamos a mejorar la calidad de la participación de las víctimas con la Unidad. La idea es que los profesionales de los centros de atención salgan a las zonas rurales y urbanas para establecer canales de comunicación directos.
¿Cómo se va a reorganizar ese marco normativo?
A través de resoluciones y buscando la modificación de la misma Ley 1448. También está en concertación con las comunidades indígenas los decretos étnicos para hacer más asequible la ruta porque es muy extensa.
Usted ha dicho que su nombramiento también es una hecho histórico para el pueblo kankuamo, ¿por qué?
El pueblo kankuamo hace historia en un momento crucial para el país porque está recorriendo el camino de la paz total.
La responsabilidad es grande con los cuatro pueblos de la Sierra Nevada de Santa Marta a la que pertenezco junto con mis hermanos arhuacos, koguis y wiwas. Pero también están las comunidades negras y afrodescendientes, el pueblo wayuu y víctimas en general. Como representación del Estado estamos en la obligación de trabajar por ellos.
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Por Andrea Guerra Peña / EL PILÓN.