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Hay que comprometerse por Valledupar

Valledupar, ciudad famosa por el vallenato y hoy con el auge de novelas inspiradas en sus personajes, es el destino que muchos quieren tomar y por el cual debería considerarse Distrito Especial Turístico, pero se está convirtiendo en un Distrito Especial para matar.

Atracos y asesinatos son el pan de cada día y aunque el pie de fuerza ha aumentado, estos no disminuyen. Hasta el momento ni el alcalde, ni la policía han erradicado este flagelo. Pareciese que ladrones, asesinos, desalmados, envidiosos y fracasados se estuvieran tomando a Valledupar.

Valledupar tiene las condiciones para ser considerado un Distrito Especial para matar. Un decreto prohíbe el uso de parrillero hombre mayor de 14 años, pero muchos se mueven así, cometiendo sus atrocidades.
Hay menores de 14 años y mujeres con altas destrezas, que ponen a temblar al más valiente de los hombres, demostrando que no solo crece el semillero de artistas sino también el de delincuentes.
Nuestros corazones están endureciendo, las víctimas son negocios para las EPS, clínicas, funerarias y periódicos amarillistas que ganan con el dolor ajeno.

Hay que comprometerse por Valledupar, ciudadanos, líderes, policías, educadores, religiosos, etc.; porque hoy es un espacio abierto para delincuentes que imponen su ley, sin limitación alguna.
Escuche en un medio local la denuncia por extorsiones policivas y lo inaudito de esto fue la defensa de un oficial de alto rango al defender a sus subalternos, indicando que la culpa no era de ellos sino de quienes infringían la ley. Pregunto: ¿Cómo queda el ciudadano cuando este es el pensamiento de quien debe protegernos? De seguir así, Valledupar terminará anarquizada y sí Riohacha se convertirá en Distrito Especial Turístico y Cultural, Valledupar quedará como Distrito Especial para matar.

Qué ironía, a la edad de ocho años mi papá me trajo a vivir a Valledupar, evitándome ese ambiente en donde los hombres andaban armados y los chicos soñando con emularlos. Hoy, a mis 35 años, pienso diferente. Ironías de la vida, porque aquí deberíamos vivir de fiesta por nuestro hermoso folclor; pero vivimos nerviosos, tristes, desconsolados, escondidos y atemorizados, para no saciar la sed de sangre de aquellos que hoy se han vuelto adictos a ella y piden a grito que Valledupar sea un Distrito Especial para matar. Ocho muertes violentas en un solo fin de semana lo dicen todo.

Por Javier Armando López Sierra
@arjalosie

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