Para el departamento del Cesar el inicio de la era 2020 cerró con indicadores desfavorables desde el punto de vista social y económico, impacto que se vio influenciado en la oferta de oportunidades de empleo desmejorando la calidad de vida en la sociedad cesarense.
En el caso particular del municipio de Valledupar la tasa de desempleo se ubicó en un 15,9 % (tasa global de participación: 59,9 %; tasa de ocupación 50,3 % y tasa de subempleo objetivo 7,9 %), ocupando el tercer lugar por debajo de Quibdó e Ibagué para el cierre del último trimestre del año 2019, según indicó un reciente estudio emitido por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística, Dane, de fecha 31 de enero de 2020.
Frente a este escenario, el esfuerzo que llevan a cabo las instituciones de educación superior, sectores productivos y las entidades que se encargan de captar el potencial profesional para suplir la demanda de las empresas todavía no parece dar los frutos que permitan cubrir el reciente informe del Dane.
Para el 2019, la Caja de Compensación Familiar del Cesar, Comfacesar, recibió 13.218 solicitudes para optar a vacantes de empleo de las que solo fueron atendidas 5.848, cifra que depende de la exigencia que tengan las compañías para incorporar nuevos empleados al sector productivo de la región.
El diario EL PILÓN sostuvo una conversación con el director administrativo de Comfacesar, Frank Montero, y el coordinador de la Agencia de Empleos de Comfacesar, José Jaime Maya, quienes analizaron el comportamiento de los indicadores en materia de demandas de empleo en el Cesar.
Aunque la meta trazada por el Ministerio del Trabajo a la caja de compensaciones fue de dos mil solicitudes frente a la situación de empleabilidad en la región, según Frank Montero, director administrativo de Comfacesar, este ente logró cumplir la meta exigida por la cartera ministerial, resultado que no cubre la demanda departamental.
“Estuvimos por encima de lo presupuestado con seis mil empleos colocados, esto quiere decir que obtuvimos un logro por encima del 400 %”, Montero aclaró que estas ofertas dependen del empleador quien es el que hace la selección final de dónde desea escoger su personal o si lo contrata particular.
Por su parte, José Jaime Maya expresó que los sectores con mayor incidencia para el cierre del 2019 fueron los de hidrocarburos, mineros, turismo y docencia.
“Nosotros superamos las metas del 2019 dándole cumplimiento a los lineamientos establecidos por el Servicio Público de Empleo y el Ministerio del Trabajo. Este año tenemos pensado hacer un estudio de mercado de a dónde vamos a identificar y cuáles son los focos dónde tenemos que llegar”, expresó Maya.
Según la Agencia de Empleos de Comfacesar los perfiles más contratados durante el año pasado fueron: docentes con 190 puestos, en segundo lugar asesor comercial con 135 y vigilante con 117 vacantes. Adicional a los profesionales que formaron parte del sector de hidrocarburos para el sur del departamento, área que generalmente registra mayor demanda y oferta.
Aunque desde la caja de compensación no se cuenta con un estudio pormenorizado de la demanda laboral por municipios el encargado de la Agencia de Empleos señaló que para el 2020 se realizará una investigación junto con la Cámara de Comercio para determinar cuáles son las exigencias reales del mercado laboral en las subregiones.
LAS UNIVERSIDADES FRENTE A LA DEMANDA LABORAL
Recientemente, el portal web elempleo.com, especializado en ofertar propuestas de trabajo realizó un informe donde detalla las tendencias laborales con mayor demanda entre las que destacan: administración de empresa, ingenierías industrial, de sistemas, administración de negocios, contaduría, telecomunicaciones, finanzas, así como ingeniería de redes.
La coordinadora de empleabilidad de la Fundación Universitaria del Área Andina, Delma García, manifestó que de cara a la competitividad laboral del Cesar el departamento tiene mayor demanda en profesiones como administración de empresa y las ingenierías industriales que son transversales a otras ramas.
Durante el 2019, esta alma mater cerró su ciclo de graduados con 1.800 nuevos profesionales, de los cuales 350 corresponden a la facultad de Ciencias Humanas. Respecto al nivel de preparación que están asumiendo las universidades para atender las demandas laborales, García expresó que el Areandina realizó un estudio de viabilidad con el sector empresarial donde arrojó resultado orientados a la preparación de profesionales en habilidades blandas.
“Más allá de las habilidades duras como son las específicas de la profesión están requiriendo que los graduandos cuenten con habilidades blandas como: resolución de conflictos, profesionales innovadores y comunicativos”, acotó.
Por su parte, la vicerrectora Académica, campus Valledupar de la Universidad del Santander, Udes, Hedilka Jiménez Ríos, analizó el contexto de educación superior con relación a lo que está pidiendo la zona actualmente.
“El programa de Medicina no es la pertinencia en este momento de la región, lo es para el mundo desde el punto de vista globalizado pero no están al alcance de muchos jóvenes y no es su primera opción, mientras que hay programas que si son necesario como Ingeniería Agronómica o Medicina Veterinaria y Zootecnia, pero no son las necesidades ni la real demanda que tiene el estudiante”, expresó Jiménez.
¿QUÉ PROFESIONAL REQUIERE EL CESAR PARA SER MÁS PRODUCTIVO?
“Si montamos los programas que son pertinentes con la región todas las universidades estaríamos quebradas”, puntualizó la vicerrectora académica en función a los lineamientos emanados del Ministerio de Educación Nacional ya que desde su óptica los alumnos no han comprendido el papel que juegan estas carreras para el desarrollo del departamento.
“Ha sido muy difícil que ellos entiendan, los estudiantes que nos están llegando son del Magdalena y de otros lugares del país”.
Profesionales del agro para la recuperación del sector productivo, energía renovable, expertos de estadísticas aplicadas, logística, ingeniería de datos, según Jiménez son algunos de las carreras a las que le deben apuntar las universidades en el Cesar ya que son profesionales que están llegando de otras parte del territorio nacional.
La vicerrectora de la Udes destacó que una de las claves para alcanzar la competitividad y poder cubrir la demanda de los sectores productivos del departamento es la unificación de criterios desde el ámbito educativo, Gobierno y empresarial.
“Falta retomar a nivel gubernamental la iniciativa de que todas las instituciones se reúnan y que no se genere una competencia desleal, se pudiera revisar las potencialidades que ya están en líneas gruesas y dividir las responsabilidades y lograr que el índice de competitividad aumente”, aclaró.
Esta casa de estudios puso a disposición del mercado laboral para el 2019 un total de 480 egresados entre pregrados y posgrados siendo la carrera de Derecho, Administración e Ingeniería Industrial los que mayor número de profesionales contabilizó.
POR: JORGE LÓPEZ / EL PILÓN
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