Las afectaciones del río Cesar a lo largo de 280 kilómetros, especialmente en su cuenca media y baja, están ampliamente diagnosticadas. No hay que hacer nuevos estudios para establecer que su contaminación y deforestación lo tienen al borde del colapso.
En nuestra campaña ‘Miremos el río Cesar’, que hace parte de las labores de responsabilidad social de esta empresa periodística, tenemos claro el objetivo: generar conciencia entre la comunidad y las autoridades ambientales para que actúen pronto, antes de que sea demasiado tarde. Nuestro recurso hídrico es un tesoro y como tal debe cuidarse. El río Cesar beneficia a ocho municipios del Cesar, antes de caer a la Ciénaga de Zapatosa y a los pocos kilómetros al gran río Magdalena.
En la primera etapa del recorrido que hemos hecho en el marco de esta campaña, conocimos cómo nace el río Cesar y qué pasa en los primeros tres municipios guajiros por donde pasa, antes de llegar a Valledupar, donde recibe la gran carga contaminante que lo mantiene en estado crítico.
Hasta el momento ha sido interesante conocer las imágenes del agua pura y cristalina en su nacimiento, y deprimente la actitud de los habitantes de San Juan del Cesar, que lo usan como basurero. En el informe de hoy mostramos sus primeros pasos en Valledupar, específicamente en sus corregimientos, donde ya le comienzan a extraer su material de arrastre.
Durante estos meses hemos sido testigos, paralelamente al trabajo periodístico, de las pocas acciones de las autoridades ambientales para mitigar el impacto de este afluente. La Empresa de Servicios Públicos de Valledupar no ha sido capaz de resolver el contrato, aunque está firmado desde diciembre de 2015, con la empresa Aqua de Colombia que tiene como propósito la implementación de un sistema de tratamiento de aguas residuales en el Salguero, por valor de 50 mil millones de pesos. Parece que hay intereses políticos que no dejan que avance el tema. Sea con Aqua o con otra empresa, esta acción es fundamental para mitigar la contaminación que le hace Valledupar al río Cesar.
Ni qué decir de las más de 70 empresas vallenatas que también le arrojan alta carga contaminante al río. Corpocesar inició un proceso jurídico contra estas empresas, pero se ha quedado callada. No se sabe qué pasó. Sin embargo, la Corporación peca, reza y empata. Se le abona la gestión que hace ante el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, donde radicó un proyecto para comenzar la recuperación de aguas en el río Cesar, a través de tecnología novedosa. Según declaró el director de Corpocesar, Kaleb Villalobos Brochel, se quiere implementar y recuperar el afluente con tecnología novedosa, el cual cuesta más de 2.500 millones de pesos. Con estos recursos se hará la oxigenación que el río necesita para que sus aguas corran sin contaminación.
En la próxima entrega de la campaña ‘Miremos el río Cesar’, conoceremos qué hace y qué va a hacer Emdupar con su planta de tratamiento de aguas residuales en El Salguero, qué va a pasar con las empresas que lo contaminan y las fincas que le quitan su líquido a su antojo.