Increíble lo que se puede lograr cuando se trabaja en equipo. Increíble lo que hizo la Selección Colombia este martes; increíble la actuación de Pitana; increíble todo, aún más el gol de Luis Díaz.
Miércoles de guayabo nacional en Colombia porque en uno de esos partidos donde se entrega el alma y se lucha por el milagro, una decisión arbitral cambia todo. Colombia luchó todo el partido, peleó, guerreó; 11 contra 11, Brasil era favorito, tenía los mejores jugadores, los llamados a lucirse, pero el guajiro Luis Díaz dio el golpe con una volea que hasta ahora es el mejor gol de la Copa América.
Con los delanteros como los primeros defensores, y un mediocampo que no estimó fuerzas y desgaste, Colombia mantuvo la ventaja por un gol contra Brasil durante todo el primer tiempo y la mayor parte del segundo.
Aunque desgastados, siguieron luchando; nadie se guardó nada. Parecía una final. Era claro que estaba en juego el orgullo. Pero llegó la polémica decisión de Pitana. Incomprensible porque después que le pega el balón en la jugada de ataque de Brasil, los jugadores colombianos paran ante el gesto que hace el árbitro argentino, pero no, siguió la jugada y Brasil empató.
El golpe fue mental. Más allá de los colores, fue una injusticia, una jugada que causó frustración en un grupo que había luchado todo el encuentro.
Si el VAR se aplicó para evitar injusticias en el fútbol, es necesario que intervenga con mejor racero en este tipo de jugadas donde un movimiento del juez favoreció a uno de los equipos
Ya en el último minuto, con el golpe y la frustración, Brasil encontró el gol de la victoria en un cabezazo. Gol justo, la victoria no tanto. El fútbol no es de merecimiento, pero tampoco debería ser de injusticias.
Pero el fútbol es así. Algún compatriota dijo que si no fuera gol había que reconocer que Brasil estaba a punto de producirlo. Colombia optó desde el cambio final por reforzar la defensa y producir una herradura apertrechándonos atrás es una decisión de alto riesgo.
Nada que reprochar a los compatriotas, Brasil venía de arrollar a todas las selecciones que se encontraba y contra Colombia necesitó de la suerte y la ayuda (¿indirecta?) del juez para ganar.
No es la primera vez que nos pasa con Brasil. ¿Recuerdan el gol de Yepes en el campeonato mundial de sede Brasil? Esta vez fue con el mismo equipo jugando de local.
El guayabo es nacional. Pero hay que levantar cabeza para la siguiente ronda. Mirar atrás solo para analizar lo bien que jugó el equipo. Esa lucha no puede ser la actitud de un partido, sino el símbolo de juego de Colombia. Queda mucho camino por recorrer.
DATO REVELADOR
Frente a las dudas de que la vacunación no evita los contagios sino las muertes, observamos que la disminución de contagios en Estados Unidos es impresionante, muy superior a la proporción de caída de las muertes, menos que las nuestras diarias en una población 6 veces más grande. Todo indica que cuando es alta la densidad vacunada, de personas en un lugar específico, no se contagian entre sí, salvo en un porcentaje bastante menor, ya que la efectividad de la vacuna se mueve entre un 70 y 93 %.