Muy acertado el foro virtual ‘Retos del agro en postpandemia: reactivación y ciencia’, realizado por EL PILÓN, teniendo en cuenta que el sector agropecuario fue de los pocos sectores que creció durante la pandemia y continúa siendo protagonista para la reactivación económica pospandemia. La discusión se centró principalmente en ganadería por ser el subsector más representativo económicamente, no solo a nivel nacional, sino en nuestra región Caribe y en el departamento del Cesar.
El viceministro de Asuntos Agropecuarios reconoció que los principales factores que dificultan el desarrollo del sector agropecuario son las políticas públicas, la intermediación en la comercialización y la falta de ciencia y tecnología que se articule al agro. A pesar de las investigaciones y transferencia tecnológica que realiza Agrosavia, desde el centro Motilonia, la producción científica continúa siendo insuficiente para poder generar desarrollo al sector agropecuario y agroindustrial de la región.
Es necesario que exista concertación de la importancia de prácticas tecnológicas en el sector agropecuario que garanticen sostenibilidad y dinamicen la economía de la región tanto para la postpandemia como post carbón. Sin embargo, son retos que deben pasar de la concertación a compromisos tangibles consagrados en políticas públicas, alianzas, convenios y acuerdos que verdaderamente garanticen beneficios al agro.
Después de escuchar a los participantes del foro, sigo sin entender por qué no se cuenta con un centro de investigación propio para el gremio ganadero que fortalezca la productividad, sanidad y sostenibilidad de la ganadería. Considero que Fedegan está en deuda con la conformación de un centro de investigación tal como está establecido en otros gremios del agro a través de Cenicafé, Cenipalma, Cenicaña, Cenibanano, etc., manteniendo a cada sector productivo a la vanguardia en temas de ciencia y tecnología que favorecen a todos los involucrados en el sector.
A pesar de que contamos con un CDT ganadero, hemos evidenciado todas las dificultades que se han presentado en el Centro que aún no genera el impacto que pudiera llegar a ofrecer después de más de 10 años de su creación a través de un portafolio tecnológico al servicio de todos los ganaderos. Hay que dejar claro que el CDT ganadero no es un centro de investigación, como su nombre lo indica, el CDT es un Centro de Desarrollo Tecnológico, donde la diferencia radica en que su naturaleza no es la generación de nuevo conocimiento, pero sí se puede articular con la oferta de ciencia y tecnología disponible para incrementar la competitividad del sector.
La generación de nuevo conocimiento e investigación aplicada en el sector agropecuario permite aportes significativos en el desarrollo tecnológico adaptado a las necesidades particulares del entorno, lo que aporta pertinencia; de ahí la importancia de elaborar investigaciones propias para resolver nuestros problemas en el sector y no solo invertir en transferencia tecnológica que puede resultar muchas veces más costoso e inoportuno.