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Gran día a los trabajadores de Colombia y Venezuela

Este primero de mayo felicitamos a esas mujeres y hombres que ponen su sudor, su ingenio, su tiempo, al servicio de la ocupación que por naturaleza caracteriza al homo-sapiens. A los trabajadores del Cesar, de La Guajira, a los que de manera individual y colectiva también han identificado sus derechos, sus condiciones, y han luchado por ello con sustanciales progresos. También mencionamos a aquellos que desarrollan su propio negocio, de manera formal e incluso informal.

Pero también este día recordamos a los millones de trabajadores de Venezuela que durante el transcurso del año no han podido trabajar. La agitación social, la incertidumbre, la falta de energía eléctrica (que afecta el suministro del agua), suministros a las empresas, la inflación y solución de penurias diarias han hecho dramática la vida al ciudadano. 

Hoy, precisamente, se ha convocado por Guaidó una gran marcha, precedida ayer por un levantamiento militar que dio a primera hora del día la noticia de la liberación del líder Leopoldo López, evento que generó protestas, disturbios, que hicieron pensar- como tantas fallidas veces – que sí era el día del cambio de gobierno en Venezuela. Sin embargo, la nueva apuesta es para hoy. 

Se ha vuelto viral en las redes sociales un video de Diosdado Cabello, el ‘otro’ presidente, el de la Asamblea Constituyente, de hace dos meses, en que desafiaba burlonamente a Guaidó conminándolo a que si era presidente procediera a liberar a Leopoldo. Al final este,  dado que no se dio la sublevación militar al nivel otra vez esperado, terminó libre pero buscando asilo y física protección en la Embajada de Chile. 

Es deplorable la situación del vecino Estado del Zulia, y de su otrora cercana,  bella y pujante capital Maracaibo, con más de 12 horas de racionamiento eléctrico diario. Cuando se iniciaba El Pilón, 25 años atrás, se iba a ella en carro, con pocas alcabalas ( retenes de la aduana y controles de migración) en menos de 4 horas, lo que hoy toma ir a Santa Marta. Maracaibo entonces era de las ciudades más ricas del urbe, el puente sobre el Lago de varios kilómetros y doble calzada deslumbraba a los visitantes; miles de familias se fueron a vivir a Venezuela.

Una situación complicada para el país, para el gobierno, que es militar, apoyado en un importante sector de la población, cada vez más minoritario, pero que se mantiene gracias a la eficacia y el miedo generado por las armas. Dijo ayer al mediodía al diario español El País el canciller del régimen Jorge Arreaza: “No veo que tengan el apoyo de más de 24 efectivos y un par de centenas en los últimos meses, ninguno de importancia. Nuestro personal supera los 215.000 miembros y más de dos millones de milicianos. Esa es la realidad”. 

Esperamos que hoy sea el mejor día para los trabajadores, los de Colombia y los de Venezuela, y para los involuntarios desempleados de una y otra nación, que ojalá se puedan enlazar en un abrazo de fraternidad, alegría, libertad y progreso en la familia y en las plazas.

Categories: Editorial
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