“A quién se le canta aquí
A quién se le dan las gracias
A los que vienen de afuera
O a los dueños de la casa”.
Este estribillo de la danza del Pilón no tendría tanta recordación en la historia de la música vallenata, sino fuera por la iniciativa de Cecilia Monsalvo Riveira, a quien se le ocurrió rescatar un baile típico de Valledupar y a través de un desfile de piloneras convertirlo en el mejor preámbulo para la máxima fiesta de acordeones, el Festival de la Leyenda Vallenata, que este año cumple su versión 52.
No hay más que agradecimientos para una mujer que sin tanto protagonismo, al lado de su mejor amiga, Consuelo Araujo Noguera, ayudó a fortalecer el Festival Vallenato que luego de más de medio siglo de historia ha ganado reconocimiento internacional. Eran importante en la organización del evento y tan cercana a Consuelo que luego de la muerte de la ‘Cacica’ ocupó su cargo como presidenta de la Fundación Festival de la Leyenda Vallenata, en el periodo 2001-2004.
Ella nunca se desligó del festival, estuvo pendiente de cada detalle del certamen hasta al final de sus días. Según nos detalló el periodista Juan Rincón Vanegas en la crónica ‘Cecilia La Polla Monsalvo, Reina de las Tribus Piloneras’, a la iniciativa de esta mujer se debe la creación de la Escuela Talento Vallenato Rafael Escalona en 1999, y en el 2003 el concurso de Música Vallenata Tradicional en la Categoría Juvenil. Fue también la creadora e impulsora del Festival de Música Vallenata en Bandas, el cual se realizó en la plaza Alfonso López durante los años 2002, 2003 y 2004.
Por toda su entrega en la promoción de la música vallenata, el pueblo vallenato está conmovido por su partida hacia la eternidad, como lo demostró ayer la romería que hizo parte de su cortejo fúnebre por las calles del viejo Valledupar.
Se necesitan más ‘Pollas’ que se entreguen de cuerpo y alma por el Festival Vallenato, que aporten ideas para nutrir el certamen y no dejen morir la tradición del desfile de piloneras, uno de los eventos más esperados por propios y visitantes cada mes de abril.
‘La Polla’ era un pilar importante de la Fundación Festival de la Leyenda Vallenata y esperamos que su legado perdure allí, que no se pierda esa visión que siempre proyectó para una festividad organizada con esfuerzo y dedicación, de Valledupar para el mundo.
Hoy sus restos mortales yacen junto a otras almas inmortales del festival, como Rafael Escalona y Consuelo Araujo, en el cementerio central de la Capital Mundial del Vallenato. ¡‘Polla’ descansa en paz!