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Gracias, muchas gracias

Primero, felices pascuas para todos mis lectores y para todo mundo, que el Niño Dios los visite a todos. Estoy satisfecho y feliz por el hecho de haber cumplido la labor humanitaria que me propuse de ayudar a Enrique Antonio Orozco y su señora Lida Sánchez, padres de la niña Antonella, entre otras cosas, bisnieta del famoso Enriquito Orozco Dangond, quien padece la terrible enfermedad de Atrofia Muscular Espinal, ayudándoles a vender algunas boletas de la rifa ‘Esperanza de Vida’, que jugará el próximo 22. 

Los amigos y familiares respondieron plenamente y es así como tuve la oportunidad de entregarles unos buenos pesos para que tuvieran con qué satisfacer los múltiples y costosos gastos que requiere el tratamiento de esta cruel enfermedad. 

Gracias, muchas gracias a todos los que colaboraron, pero especialmente a los doctores Edgardo y José Antonio Maya, quienes se metieron la mano al dril y compraron un buen número de boletas que las cedieron gentilmente; a mi hija María Mercedes, mi adorada Meche, quien además de adquirir varias boletas me ayudó a vender más de 100 de ellas y además ha contribuido con pañales y costosas cremas.

A Doña Lely Maya de Murgas, quien a pesar de sus achaques también me colaboró; a Doña Omaida de Campo y al diputado Popo Barros, pero especialmente al diario EL PILÓN que me ha permitido adelantar esta humanitaria campaña con muy buenos resultados. Gracias señores directivos.

Sea esta la oportunidad para recordarle a los que me deben boletas, que son pocos, ponerse al día para poder participar; se me olvidaba decir que así como tuve satisfacciones, tuve sorpresas y frustraciones, especialmente con algunos amigos ricos que ni siquiera me contestaron y uno que otro político, diputados, concejales y congresistas que me ignoraron totalmente. No digo los nombres, pero en tertulias y reuniones les pondré la sin hueso. 

ADENDA: Registro complacido la reapertura del Centro Recreativo y Cultural, la Academia Nueva Mundial del Billar, después de 18 meses de estar cerrado. Este es el mejor establecimiento para la práctica de este bello y benéfico deporte; ya tendremos la oportunidad de reencontrarnos con grandes amigos, como los campeones Manolo Valdés, Orlando Calderón y Nando Fernández. 

Los buenos jugadores: mi hermano Tico Aponte, Lino Calderón, Toño Guerra, mi compadre Jaime Céspedes, Hilario Añez, que lo veo hasta en la sopa; Norberto Romero y un buen número de cachacos y paisanos con quienes nos vemos todos los días y no le sabemos el nombre, entre ellos el buen amigo David Vergara, con quien tengo un duelo por definir. 

Los grandes ausentes, que se los llevó la parca; mi inolvidable hermano Rolando y mi estimado amigo Alfonso ‘Poncho’ Calderón, ellos eran unos verdaderos caballeros y los mejores exponentes del deporte del taco y la bola y vamos a organizarle un homenaje póstumo que bien merecido lo tienen.

De igual forma, también me satisface la reinauguración y apertura del nuevo y elegante comedor del distinguido Centro Social Club Valledupar, que está a la altura de los mejores del país, al igual que su exquisita comida y el próximo bautizo del salón Esteban Cuello Gutiérrez, que no es otro que el antiguo Cañaguate, del cual Esteban fue su fundador y es un justo y merecido reconocimiento.

Categories: Columnista
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