En medio del dolor y la tristeza grande que nos embarga, la partida del rey vallenato Egidio Cuadrado, aunque parezca paradójico, nos alienta y nos enorgullece que su muerte demuestra una vez más como nuestro folclor vallenato se ha constituido en uno de los elementos culturales más representativos de Colombia.
Sí, nos alienta el alma observar como una noticia del folclor vallenato es capaz de imponerse, como dijera el director de Noticias Caracol, “colarse y trascender fronteras en medio de un evento mundial como la COP16”, eso deja claro la importancia de nuestra música vallenata, pero más aún, pone de manifiesto la grandeza del maestro Egidio Cuadrado en el marco musical de nuestro país.
La muerte del maestro Egidio modificó todos los libretos y agendas de los medios nacionales e internacionales que llegaron a hacer el respectivo cubrimiento periodístico de la COP16, el despliegue informativo de ese hecho luctuoso fue masivo, lo cual nos permite dimensionar el aporte invaluable que este acordeonero villanuevero le hiciera al folclor vallenato, al lado de Carlos Vives, un verdadero gladiador musical.
Definitivamente es justo reconocer que el género musical vallenato, a nivel internacional, no sería tan grande como lo es en estos momentos de no haberse dado el encuentro y la unión por más de 30 años de estos dos talentosos artistas: Carlos Vives y Egidio Cuadrado, quienes fueron capaces de convertir a nuestra provincia vallenata en un territorio universal.
Gracias a Egidio Cuadrado y al incondicional apoyo y admiración de Carlos Vives, la imagen del campesino con sombrero y mochila al hombro, la cadencia de nuestra música autóctona, con cierta mezcla de modernidad, estuvo puesta en escena por más de 30 años en rincones del mundo jamás imaginado.
No alcanzan las palabras para describir el valioso aporte del maestro Egidio, eso lo convierte en ícono inigualable del acordeón y embajador del vallenato, deja una huella imborrable en el corazón de Colombia. Su partida invita a la reflexión sobre el inmenso legado que nos deja y que nos compromete a exaltarlo y ayudar a preservarlo en el tiempo.
Gracias a Egidio Cuadrado y a Carlos Vives la excelencia y tradición musical vallenata hoy la conoce el mundo entero que además se ha enamorado de la riqueza cultural de nuestra tierra, como se evidencia en los miles de turistas extranjeros que cada año llegan al Festival de la Leyenda Vallenata.
Junto a Carlos Vives, en la legendaria agrupación ‘La Provincia’, Egidio Cuadrado revitalizó el vallenato, fusionándolo con otros géneros musicales, pero manteniendo siempre viva su esencia. Fue parte fundamental de un movimiento que permitió que el vallenato, en sus formas más puras y modernas, se consolidara como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO.
Nuestro Rey Vallenato 1985 fue un hombre que nunca se apartó de sus raíces. Siempre se mostró orgulloso de su origen guajiro, mostrando que el folclor no solo es música, sino identidad, historia y cultura. En cada nota que interpretaba, resonaba la esencia de nuestra región, de nuestros juglares y de la vida cotidiana del Caribe colombiano.
Desde aquí rendimos honores al hombre que, con humildad y dedicación, trabajó incansablemente por dejar en alto el nombre de su país. Su vida es un testimonio de cómo la música puede convertirse en puente entre generaciones y cómo el arte puede ser una poderosa herramienta de unión y orgullo nacional.
Hoy, mientras lo despedimos, solo resta decirle: ¡Gracias maestro Egidio!