Tal como lo dio a conocer este medio de comunicación, este lunes las negociaciones entre el sector agropecuario y el Gobierno Nacional no avanzan, situación que se debe, según los productores, a la falta de compromiso por parte del ente y voceros del Ministerio de Agricultura dijeron que la persistencia en los bloqueos de algunas carreteras del país fue la razón de la finalización de las conversaciones.
Si bien en el Cesar las manifestaciones por parte de los agricultores han sido pequeñas, este sector de la economía ha dado a conocer en más de una vez su inconformidad por el olvido en que tiene sometido el Gobierno Nacional a esta parte del país en los temas de agricultura.
Sin embargo, es fundamental resaltar que durante la visita más reciente del Ministro de Agricultura, Rubén Darío Lizarralde a la capital del Cesar, no se llegó a un acuerdo preciso sobre las necesidades y preocupaciones del sector.
No obstante, y pese que el jefe de la cartera nacional de Hacienda, Mauricio Cárdenas, aseveró que se había llegado a un acuerdo para levantar el paro con el movimiento Cumbre Agraria; pero su homólogo Lizarralde manifestó que los diálogos con el sector agropecuario habían acabado porque los manifestantes seguían en las carreteras. “Si se van a quedar en las vías hasta que terminemos los seis o siete puntos, es una decisión respetable de ellos, el Gobierno considera lamentable que sea así”, dijo “por lo anterior las conversaciones con los campesinos quedan por el momento suspendidas”, agregó.
Lizarralde señaló que con el movimiento Dignidad Campesina se han alcanzado acuerdos como la refinanciación de los créditos a los pequeños productores rurales y por lo tanto no se justifica que las protestas y bloqueos en las carreteras sigan.
Los sectores campesinos han participado desde hace 13 días en huelgas de protesta por el supuesto incumplimiento de los pactos alcanzados con el Gobierno Nacional en las manifestaciones de agosto y septiembre del año pasado; han argumentado repetidas veces que esta es la única manera para exigir soluciones reales y de peso a los problemas del campo en Colombia.
Por Freddy Oñate Acevedo / EL PILÓN
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