Por Abdel Martínez Pérez
Abdel.martinez@elpilon.com.co
No ha sido fácil para los moradores del barrio Cinco de Enero de Valledupar, localizado entre los sectores de Garupal, Divino Niño y el gran lote de Concha Moreno. La comunidad es asediada de manera permanente por delincuentes que campean a cualquier hora y cometen atracos callejeros e inclusive en el interior de las viviendas, cuando sus habitantes dejan las puertas abiertas.
Entre las necesidades apremiantes denunciaron la falta de alumbrado público, la poca presencia gubernamental de las autoridades para llevarles obras sociales, la poca presencia de la Policía para reprimir el delito y la deficiencia en la prestación del servicio de transporte urbano.
La comunidad destaca la labor de su gente por la organización de las fiestas del barrio, todos los cinco de enero; son tres días de encuentro con las familias y de otras personas que atraídas por los concursos y actividades que organizan, se acercan a disfrutar y participar de una u otra manera de los mismos. Para esa fecha, cierran la avenida principal que da acceso entre la cuarta etapa del barrio Garupal, el Cinco de Enero que va hacia el Francisco El hombre y el Divino Niño, para permitir desarrollar las actividades.
Más de doscientas familias que residen en este sector, pertenecen al estrato uno y rechazan el alto valor por el que llegan los recibos de servicios públicos, porque son pocos los electrodomésticos que tienen en sus casas y el consumo, no se ajusta con el precio real de los recibos.
Puntos de vista
Jairo Salcedo, residente. Son muchas las necesidades que requiere este barrio y esperamos que las autoridades locales nos miren con buenos ojos.
Hermes Ortega, habitante. Las autoridades deben hacer más presencia para desterrar a los delincuentes que nos tienen azotados.