Por Redacción EL PILÓN
En septiembre de 2022, ENTerritorio y el Departamento Nacional de Planeación, DNP, suspendieron los contratos interadministrativos que buscaban la estructuración integral del Embalse Multipropósito Los Besotes.
El motivo fue la negativa de los cuatro pueblos indígenas de la Sierra Nevada de Gonawindúa: kogui, arhuaco, wiwa y kankuamo para otorgar los permisos de ingreso a la zona de influencia del proyecto Los Besotes en Valledupar.
A estos antecedentes se suma que el Gobierno del presidente Gustavo Petro no incluyó el proyecto Los Besotes dentro del Plan Plurianual de Inversiones.
Dentro de dicho plan solo se habla de inversión en la protección de los ecosistemas de la “Ciénaga de Zapatosa, el río Guatapurí y los demás cuerpos de agua del departamento”.
En el punto ambiental, el Gobierno nacional planea la transformación productiva, internacionalización y acción climática, “y el ordenamiento del territorio alrededor del agua y justicia ambiental”. Sin embargo no habla del proyecto Multipropósito.
Desde su época como senador y alcalde, el presidente Petro ha sido opositor de los embalses y las represas. En sus redes sociales se opuso por años al embalse del Muña en el río Bogotá.
ANTECEDENTES
En la ejecución del Embalse Los Besotes, que tenía como principal objetivo el abastecimiento de agua para la ciudad de Valledupar en los próximos 50 años, se calculaba que era necesaria una inversión de $600.000 millones.
El Embalse Multipropósito Los Besotes se localiza en el municipio de Valledupar, en la margen izquierda del río Guatapurí, región de Los Besotes, sobre los valles de los arroyos Palenque y Capitanejo, afluentes del Guatapurí.
El documento de caracterización señala que en el área del proyecto discurre una red de drenaje natural conformada por varios cursos de agua, de los cuales los más importantes son los ríos Cesar y Guatapurí.
Existen, además, “varios caños acequias que atraviesan la zona de adecuación, en su mayoría de régimen natural intermitente, o cuyo caudal se reduce considerablemente debido al aprovechamiento para riego”.
Desde su proyección, hace más de 52 años, la construcción del embalse ha tenido problemas de tipo económico, licencias ambientales y la oposición de los pueblos indígenas basados en sus creencias, y el significado espiritual del río Guatapurí.