El Estado debe repensar la relación con la empresa privada ha advertido Mariana Mazzucato, la mejor economista del mundo, conforme la articulación de los Ministerios en el Plan Nacional de Desarrollo, ese debe ser el papel intervencionista del Estado en la economía, explicó la asesora internacional del presidente Petro, alabada por el papa Francisco y celebridades del orden nacional e internacional.
Precisamente en esa dirección trabaja el jefe de Estado colombiano, encaminado a diseñar una estrategia industrial moderna, no la vieja, y acabar de paso con el modelo parásito de un Estado grande dando dinero, saber usar todos sus instrumentos, garantías, subsidios y préstamos para catalizar la innovación empresarial y lograr que la empresa privada invierta en problemas focalizados.
Haberse reunido el presidente Petro con ‘Los Cacaos’ de este país (los hombres más ricos de Colombia), en Cartagena y con el presidente de los Emiratos Árabes Unidos, Mohamed bin Zayedlos en Dubái, cimenta una APP (Alianza Pública Privada), que vislumbra el renacer para un departamento con los mayores niveles de pobreza, para lo cual el gobierno nacional ha delineado la estrategia “Misión La Guajira”, que promete paliar la miseria social en que se sumerge el pueblo Wayú, sin el salvavidas de la emergencia económica que tumbó la Corte Constitucional.
Luis Carlos Sarmiento Gutiérrez, presidente del Grupo Aval e hijo de Luis Carlos Sarmiento Angulo, dinamiza la propuesta del mandatario nacional, argumentando factores humanos que se retrotraen en el tiempo, cuando hace 15 años tuvo la oportunidad de hacer una brigada de la patrulla aérea volando pilotos y enfermeras a La Guajira.
“En aquel momento, me desplacé hasta El Cabo de la Vela y quedé absolutamente enamorado de lo que vi: ese contraste de las playas con el mar y ese viento constante es una cosa increíble. Es difícil no enamorarse de La Guajira”, evocó el magnate, coyuntura que aprovecha el presidente Petro para hacer de este paradisíaco y exótico territorio una potencia turística, tema que acompaña el gobernador de La Guajira, Jairo Aguilar Deluque.
En contraposición a la gran riqueza del carbón que junto al gas y el petróleo habrá que desmontar gradualmente por directrices del COP28, se muestran, entonces, dos fuertes inversiones para la península, la de los árabes y la alianza Público-Privada colombiana, esfuerzos que vislumbran la visión de Estado y el modelo de capitalismo progresivo que ha explicado hasta la saciedad la gurú de la economía mundial, asesora del Jefe de Estado colombiano, quien pone en tela de juicio la riqueza de La Guajira, que ya no es, y quizás nunca lo fue, el carbón, porque trajo muerte en el territorio y deja muerte en la humanidad.
Abu Dabi, la capital, y uno de los 7 emiratos asentado sobre una de las mayores reservas de petróleo del planeta pone en marcha su maquinaria para alejarse de la dependencia del crudo y apostar por otras vías de desarrollo en el futuro como la nueva Singapur de Oriente medio.
El país es consciente de que los combustibles fósiles son un recurso finito y están buscando un nuevo motor de crecimiento basado en las finanzas, con herramientas de ingeniería fiscal para pagar menos impuestos. Emiratos Árabes Unidos es ahora un atractivo centro para los negocios, lo que explica por qué las grandes fortunas se mudan a Abu Dabi, respuesta que se desprende de la genial idea árabe centrada en minimizar la factura fiscal y salvaguardar los activos de jurisdicciones extranjeras.
Miguel Aroca Yepes