La gobernadora del Magdalena, Rosa Cotes, y su homólogo del Atlántico, Eduardo Verano De la Rosa, manifestaron su preocupación por la emergencia que se registra en el kilómetro 19 de la vía Barranquilla-Ciénaga, donde la fuerza de la brisa ha hecho que el mar arrase con el enrocado que protegía la carretera lo que ha ocasionado inundaciones en el corregimiento de Tasajera, jurisdicción de Puebloviejo (Magdalena).
Los mandatarios solicitaron al Gobierno Nacional y a las entidades encargadas de los tema viales en el país tomar acciones urgentes para buscar una solución a la problemática de la carretera. La economía del país está en riesgo por la importancia del puerto de Barranquilla para la actividad comercial.
“Necesitamos que se agilicen los diseños para proceder a tramitar las licencias ambientales y a partir de allí elaborar un esquema financiero con el concurso del Gobierno Nacional, el Ministerio de Transportes y la ANI, que permita tener una carretera que nos haga competitivos”, indicó el gobernador Verano.
Agregó que se debe hacer un proceso bien estructurado teniendo en cuenta que el diseño planteado tiene un alto costo; además, el recaudo del peaje no es suficiente para financiar la obra.
“La alternativa tiene que ser similar a lo que se ha hecho en la vía Cartagena- Barranquilla a la altura de la Ciénaga de La Virgen, es decir, un viaducto que es 20 veces más costoso que una carretera normal y con el recaudo de un peaje no sería suficiente, necesitamos el respaldo del Gobierno Nacional”, afirmó Verano.
La gobernadora del Magdalena indicó que la medida preventiva que se realizaría por 6 meses lleva 2 años, lo que genera unas inversiones continuas que no proveen soluciones definitivas.
“El enrocado debía ser algo temporal, la solución es la construcción de una nueva vía con las especificaciones ambientales necesarias para que no haya afectación a la flora y fauna de la Ciénaga Grande de Santa Marta y las poblaciones cercanas”, dijo Cotes.
Ambos mandatarios coinciden en que una inminente fractura de la vía traería consecuencias nefastas para el tránsito de vehículos que movilizan productos para esta zona del país, muchos de ellos con destino a exportaciones.
Antecedentes
Tanto Cotes como Verano han insistido en la necesidad de avanzar en soluciones definitivas. Un mes después de sus posesiones, el 3 de febrero de 2016, iniciaron las mesas de trabajo para buscar alternativas a la construcción de esta carretera.
En esa oportunidad se realizó una mesa de trabajo en el Museo del Caribe en la que estuvieron presentes la entonces ministra de Transporte, Natalia Abello; el ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible del momento, Gabriel Vallejo; las corporaciones autónomas del Atlántico y Magdalena, Parques Nacionales, el Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras (Invemar) y las universidades del Norte y del Magdalena.
Durante el encuentro, nueve expertos en temas ambientales y técnicos en materia de vías expusieron sus argumentos y señalaron cuáles son las posibilidades que hay para construir esta carretera.
De allí se iniciaron una serie de reuniones en Santa Marta con los mismos actores tratando de encontrar un consenso entre el enfoque ambiental y de infraestructura.