La renuncia ayer del secretario de Educación del Cesar, Gerardo Gutiérrez, abre nuevamente el debate sobre la necesidad que tiene el gobernador Francisco Ovalle Angarita de tomar el timón de su gobierno con la designación de Secretarios de su entera confianza.
Aunque solo han pasado tres meses y veinte días de su gobierno de cuatro años, ha trascendido que no es para nada cómodo gobernar con cuatro secretarios a bordo que vienen del gobierno anterior (Luis Alberto Monsalvo Gnecco), especialmente porque son de las áreas estratégicas: Infraestructura, Hacienda, Planeación y Secretaría General.
Los vientos de renuncias tempranas en el gobierno de Francisco Ovalle Angarita indican que ya es hora de que el mandatario de los cesarenses agarre el toro por los cuernos y organice su equipo de trabajo con el que puede garantizar la ejecución del Plan de Desarrollo, que está a punto de ser aprobado en la Asamblea del Cesar.
La experiencia con el contrato de alimentación escolar por 17 mil millones, adjudicado a la Fundación Social Acción Integral, es suficiente para que en lo sucesivo se organicen mejor y analicen con quién y a quién les adjudicarán semejantes responsabilidades.
Las obras inconclusas que supuestamente son la excusa de la continuidad de los secretarios y otros funcionarios que venían del gobierno de Luis Alberto Monsalvo, pues así se garantizaría la finalización de estas, no debe ser el amarre del gobernador Ovalle, que por algo pidió a la Asamblea que le aprobara dos proyectos, de vigencia futura y de empréstito por 61 mil millones de pesos, para terminar esos proyectos que se han convertido en su dolor de cabeza, caso vía Zanjón-Pueblo Bello.
Gobernador Ovalle ya es hora que usted organice su propio equipo, porque hay secretarios cuestionados, como el de Infraestructura, que ya cumplió su ciclo, sin cumplir su compromiso de terminar las obras (que fue para lo que se quedó) y debe responder desde afuera por todas las investigaciones disciplinarias, fiscales o penales, en caso de que lleguen a esas instancias. Ya debe empezar como gobernante de todos los cesarenses a marcar una agenda propia, y no la del exgobernador Monsalvo, que muy bien se denota con el nombramiento de su gabinete inicial.
Aproveche y nombre mujeres en los puestos claves, que exigen más transparencia y responsabilidad, recuerde que la salud está en una crisis y se necesita más liderazgo, que hasta ahora en sus cien días ha sido tibio. Recupere la Secretaría General y no improvise más como le ocurrió con su Secretario de Educación, que renunció porque no dio la talla, por algo se fue.
Los cesarenses esperan que las propuestas que anunció en su campaña se cumplan, su buen discurso, su buena imagen, su talente de buen gerente, de hombre probo, deben marcar su gestión. Estamos seguros que tomando el control, su gestión será exitosa.