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Gobernador, el que sea, y como sea apropiado, apersónese de la salud

Es sabido de que vienen unas semanas cruciales frente al coronavirus a nivel nacional y el departamento, que ha registrado en el país hasta ahora niveles de  contagio moderados, en el momento en que más gente está saliendo a la calle por fatiga de encierro y por necesidades económicas, se acerca a un peligroso precipicio de no manejarse con suma atención, serenidad, buen criterio y eficiencia e importantes decisiones sectoriales. Y esa es una responsabilidad institucional y personal del señor Gobernador.

No es en los ‘gozosos’, con las cosas tranquilas y las arcas llenas cuando el liderazgo se pone a prueba.  Es en coyunturas complejas como ésta.

Un punto central de la debilidad nacional según expertos, por ejemplo, es el bajo nivel de muestras procesadas en los laboratorios, denominadas PCR. En eso el Cesar ‘picó adelante’ como lo reconocimos, cuando de la mano de la cooperación alemana que facilitó el equipo, la Universidad Nacional y la Fundación de Área Andina, se iniciaron, bajo los estándares del Instituto Nacional de Salud,  pruebas en el Laboratorio de Salud Pública, LSP.

Pero hace una semana no se hacen pruebas en ese laboratorio. ¿Sabe eso la población del Cesar?

 Tratándose de una unidad que podría estar en niveles de 550 pruebas diarias si se hubieran hecho las urgentes compras de equipos de robotización que se recomendaron, no alcanzó a pasar de las 140.

Para eso el Gobierno nacional dio facultades extraordinarias en sus decretos de emergencia a los mandatarios para que arbitraran los recursos e hicieran los traslados, contracréditos y operaciones presupuestales conducentes. Suponemos se usó para la pronta compra de los 100.000 mercados distribuidos.

Esa parálisis, que esperamos sea temporal, se atribuye a falta de insumos.  Se aduce por la Secretaría que hay dificultades para la adquisición de reactivos. No lo negamos. Pero es de presumir que si no hay con qué procesar, es por decisiones que no se tomaron oportunamente. Y que los escasos o únicos proveedores, a los que hay que cuidar en un mercado sobre demandado, no se les ha atendido con los oportunos pagos y le ponen condiciones a la gobernación.

Esa unidad de PCR del LSP tuvo la fortuna de trabajar con voluntarios de alto perfil de esas universidades, que luego fueron amparados por convenio, y a esos profesionales hay que escucharlos; ser receptivo a recomendaciones de la academia. Lo técnico y científico, señor Gobernador, con el debido respeto, debe manejarse con criterio profesional y no político. Meterle interferencias o consejas de cocina o administrativas, a los temas técnicos, no contribuye a su gobierno, a hacerlo mejor, como es su deseo.

Lo que hacen los buenos laboratorios privados como Nancy Flórez y Cristian Gram no es suficiente, y debe aprovecharse un bien público que lo hace bien. Lo que hacen las EPS en los municipios, remitiendo a sus propios laboratorios contratados, locales o de Bogotá, tampoco es suficiente, cuando no muy demoradas.

Requerimos más pruebas tomadas de la población y más diagnósticas PCR procesadas en laboratorio.  ¡Es urgente y humano!

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