Ofrecer 1.000 empleos es sorprendente, y más aún al quedarse la Gobernación en ese nivel y alcance. Si se desea hacer algo trascendental, que mueva la aguja, deben generarse más de 100.000 empleos, que son los requeridos en el Cesar, y los pueden crear los particulares.
El gobierno Monsalvo Gnecco ha puesto en ejecución, en obras menores, 1.000 empleos. No es malo, todo nuevo ingreso sirve. Si no se queda allí. Con benevolencia quisiéramos entender que se está colocando una semilla y que vendría un propósito de largo y gran aliento.
La verdad es que hay miles de cesarenses desprovistos de recursos para tener una vida digna y esa debería ser la primera preocupación del mandatario y su equipo de gobierno.
Es solo partir de información de instituciones como el DANE y el centro de pensamiento Cesore.
Sin embargo, el gobernador dice que estamos en buena condición. “Somos un territorio donde nuestra gente vive en mejores condiciones que otras zonas de la costa Atlántica (…) Podemos comparar el nivel con los demás departamentos y nuestros municipios están con mejores condiciones de infraestructura. Hemos superado a muchos municipios del Magdalena Grande, creo que hemos hecho una buena tarea” (Lo Hacemos Mejor. Cesar 53 años, página 11).
Sí hay unos índices de pobreza multidimensional menores, como dice, que los de la costa, indicador que tiene que ver con elementos de infraestructura, llamados bienes públicos, que dotan a los habitantes de un lugar. El departamento, con todo y los llamativos despilfarros de regalías, ha hecho obras en los municipios, pero al observarse el otro índice de pobreza del DANE, la ‘pobreza monetaria’, que mide los ingresos que tienen las personas de un hogar para subsistir, se raja el departamento.
Dicho de otra manera, la gente tiene parque iluminado, salón comunal, calle pavimentada, puesto de salud o colegio –aunque operen a medias o con calidad mediana-, pero no tiene ingreso ni empleo estable para el diario. Todo lo consume, y le falta. No puede ahorrar y menos invertir.
El departamento, según la Constitución, entre sus principales fines, debe promover el desarrollo económico y social en el territorio. Proponemos que además de caracterizar mejor a esos desempleados a lo largo de sus municipios, para conocerlos mejor, se adelanten unas urgentes tareas: un programa de obras públicas masivas que generen empleos en el corto plazo; unos programas de beca-estudios con el Sena e instituciones universitarias y técnicas para capacitar a jóvenes en oficios que demanda el mercado, principalmente en tecnologías; un gran plan de emprendimiento acompañado de capacitación y seguimiento riguroso a pymes; una interlocución constante con agentes económicos y gremios; complementar programas nacionales tales como los del DPS para la población más pobre e implementación de una estrategia de promoción de inversiones en el departamento. Afincados en que la Secretaría de Agricultura y Desarrollo se enfoque en la reativacion productiva integral y haya las operaciones presupuestales correspondientes para transformar cientos de miles de vidas.