Por: Gonzalo Quiroz Martínez. Msc.
El Colegio Nacional Loperena, tiene un deterioro acelerado e impresionante en su infraestructura, producto de la falta de atención de los entes gubernamentales y de su administración anterior. Cualquier otro comentario sobre su situación ya no causa revuelo, porque el tema está tan trillado, que la comunidad lo único que espera es que haya un siniestro, que con la ayuda de Dios no va a ocurrir, para demandar a los culpables por negligentes y falta de “gestión eficiente”.
Cuando se asume el papel de ser funcionario público de mando, no es para llenar una hoja de vida ni para estar figurando, es para resolver los problemas de la comunidad. Un buen funcionario público debe saber que los problemas de la comunidad se clasifican en “necesarios y urgentes” y los que se presentan sin estar conocidos se les llaman “imprevistos o emergentes”. De la solución de éstosproblemas es de donde surge la gestión eficiente.
Para muchos funcionarios públicos hacer “gestión” significa elaborar un oficio y enviarlo a otras dependencias, otros, creen que gestión es elaborar un proyecto que sale incompleto y presentarlo ante las oficinas de planeaciones. Para otros funcionarios públicos es viajar, por ejemplo; ir a Bogotá y radicar algo en un ministerio y listo pio. Por último, están los funcionarios excesivamente burócratas, que tienen un equipo de aúlicos, dan órdenes verbales y nadie hace nada.Todo lo anterior, demuestra que no se tiene o no se comprende profundamente el concepto de gestión, de tal manera; que muchos funcionarios lo asumen como tareas de fácil cumplimiento que no requieren de mayor preparación. Mientras tanto los problemas crecen.
Desde luego que el término “gestión” es del ámbito directivo, como la define Julia Mora, Ph.D en Administración: “Como el conjunto de diligencias que se realizan para desarrollar un proceso o para lograr un producto o resultado exitoso”.
Todos los actores que tienen y han tenido que ver con la grave situación de la infraestructura del glorioso Loperena, hasta ahora; se han venido lavando las manos con la consabida respuesta es que “hemos hecho la gestión”.
En el problema del Loperena, ha habido mucha “gestión”, pero nada de resultados ni productos que hayan resuelto la deplorable situación del Monumento Nacional. En este caso, hasta el Concejo Municipal de Valledupar ha sido ineficiente, porque ha realizado varios debates y puro tilín tilín y nada de paletas, tal como ocurrió en el debate del 11 de marzo.