Lo que en julio parecía un proyecto inalcanzable presentado por el alcalde Freddy Socarrás Reales a los concejales de Valledupar, se consolidó en un corto plazo con el anuncio del Gobierno Nacional a través de su ministro de Minas y Energía, Amylkar Acosta Medina, al bajar solo para la capital cesarense los precios base para el cálculo de la sobretasa de la gasolina y el Acpm, con el propósito de contrarrestar la venta ilegal de gasolina venezolana.
Hace cinco meses, el mandatario de los vallenatos que antes de ir al Concejo Municipal, socializó el proyecto con los propietarios de las estaciones de gasolina, le propuso a los concejales ajustar la tarifa de la sobretasa a la gasolina en un 2%, con lo que se lograría disminuir el precio del combustible, a tal punto que un galón podría costar $6.000. De esta manera incentivaba la compra de gasolina en las estaciones legales, se incrementaba el recaudo por la sobretasa, que de $12 mil millones en el 2005 pasó en el 2012 a $2.200 millones.
Esta propuesta que tuvo sus contratiempos en las sesiones ordinarias del Concejo y que tuvo eco primero en el Gobierno Nacional, será nuevamente analizada y debatida por los concejales en las sesiones extras a las que los convocará el Alcalde Socarrás esta semana. Ahora viene con un gran soporte, como es la Resolución 91064 firmada por el mismo presidente Juan Manuel Santos en tierra vallenata, en el marco de la Cumbre de Gobernadores realizada la semana anterior. Con este espaldarazo del Gobierno Nacional, los concejales no tendrán excusas para refrendar esta decisión y autorizar el ajuste solicitado.
Sin embargo, este es un gran logro que trae muchos retos. Uno de ellos es tratar de bajar al máximo el galón, ojalá por debajo de los $6.000, como el mejor gancho para aumentar el consumo de gasolina en las estaciones legales, que finalmente es el ‘gana gana’ perfecto. Gana el Municipio porque recibe más recursos por sobretasa para invertir en obras, gana el comprador porque técnicamente la gasolina que venden en las estaciones es mejor producto, pues no corre el riesgo de llenar el tanque con un combustible que además de ilegal, viene mezclado o manipulado y de ahí los daños que sufren los motores de los vehículos, y ganan los dueños de las estaciones que durante años se han declarado en quiebra por la fuerte competencia que enfrentan con la gasolina de contrabando.
Mientras los concejales estudian en sesiones extras el proyecto de acuerdo que durmió en los brazos de Morfeo durante cinco meses, que pretende reducir del 18 al 2% la sobretasa de la gasolina, es importante considerar la necesidad que desde la Secretaría de Hacienda se coordine una campaña con los propietarios de las estaciones de Valledupar para que generen confianza en el comprador, que finalmente tiene como excusa que “compra gasolina venezolana porque la medida es exacta”. Aquí es de suma importancia garantizar al usuario una medida justa, para lo que se requiere la implementación de brigadas permanentes en las estaciones, constatando y controlando los medidores. Solo así, con seriedad, mano dura y responsabilidad de todas las partes, se puede ganar la pelea al contrabando de gasolina.