La falta de confianza en las autoridades y los altos índices de impunidad han llevado a que la comunidad haga las veces de jueces en sus barrios, por lo menos así ha quedado demostrado en el barrio Garupal (segunda etapa) de Valledupar. Ayer los habitantes de este sector amarraron y golpearon hasta el cansancio a un hombre que intentó robarle a una mujer embarazada. La motocicleta en la que se movilizaba el presunto bandido fue incinerada por los habitantes del sector con el argumento de que estaban cansados de ser víctimas de robos y ver que las autoridades no hagan nada al respecto.
Según contó Sonia Barriga, residente hace 13 años de Garupal, contó que el hecho se produjo a las 7:00 de la mañana de ayer. “Todos salimos al escuchar los gritos; resulta que la mujer tomó una mototaxi y el hombre la trajo hasta la manzana 19, ahí la bajó y la intimidó pidiéndole el bolso, la mujer gritó y un vecino la escuchó y este avisó a los demás vecinos, entre todos lograron tirar al hombre y lo amarraron; al tiempo le prendieron fuego a la motocicleta”, relató doña Sonia, quien ha sido víctima de robo en varias ocasiones cerca de su vivienda.
Según manifiestan los residentes les ha tocado hacer justicia con sus manos porque el Estado colombiano les sigue fallando. “Muerto el perro se acabó la rabia”, es uno de los dichos expresados por la comunidad del sector que aseguran que la Policía y los mandatarios siguen sin poner mano dura a la delincuencia.
“Acá roban sin mentirle tres veces al día, esto parece de no acabar”, dijo un residente del sector.
¿Por qué los vallenatos recurren a hacer justicia por cuenta propia, si existen autoridades dedicadas a protegerlos?
“Amarraron al hombre y lo golpearon con lo que veían, yo me paré al frente con otras vecinas pidiendo que lo dejaran de golpear, otra vecina le oró al muchacho amarrado y la Policía nada que llegaba, llegó una hora después; eso me parece algo inconcebible porque tenemos un CAI de la Policía cerca y ni siquiera llegaron los de ese CAI, llegaron los de la Pedregosa”, respondió Sonia.
Los indicies de impunidad son muy altos y esto ha generado desconfianza por parte de la sociedad hacia los organismos de seguridad y justicia del Estado. Esta sensanción de desconfianza en generalizada, porque en ciudades como Bogota la Encuesta de Violencia y Victimización de la Cámara de Comercio, reveló que el 48 % de las personas que fueron víctimas de algún delito dijo no denunciar nunca. De estos, el 25 % dijo que no realiza este trámite porque no confía en las autoridades ante quienes debe radicarse el hecho y el 64% aseguró que no quedó satisfecho con el trato recibido durante la denuncia.
¿Sabía usted que Garupal es el barrio donde más incineran motocicletas a los delincuentes?
Según el reporte suministrado por el Cuerpo de Bomberos de Valledupar, este año van 11 reportes de motocicletas incineradas por la comunidad, distribuidos de la siguiente manera.
Enero: Los Fundadores: 1, Dangond: 1, Ciudad Jardín: 1
Febrero: Don Carmelo: 1, Doce de Octubre: 1
Marzo: avenida Simón Bolívar, exactamente en la carrera 19 con 14: 1
Abril: Los Cortijos: 1
Mayo: Garupal: 3, 25 de Diciembre: 1
Según informó el cuerpo de Bomberos de Valledupar, muchas veces no son registrados los casos en los que la comunidad hace justicia con sus manos y que los mismos residentes se niegan a que los socorristas apaguen el fuego.
Con cacerolazo reclamaron seguridad
Cansados de la ola de atracos, habitantes de Garupal salieron a la calle con pitos, ollas, tapas, calderos y pancartas para protestar por la inseguridad que se registra en el sector. Esta manifestación se llevó a cabo el pasado 14 de febrero, pero a pesar del compromiso que en ese entonces hicieron con las autoridades no ven mejoría en el tema de seguridad.
“La manifestación pacífica la hicimos por los continuos atracos que se han presentado en nuestro barrio; nos tienen azotados, a la semana son dos y tres atracos. Intimidan a las víctimas en varias motos y los policías aunque atienden el llamado es poco lo que logran hacer”, dijo Guillermo Ortega, residente del sector.
La protesta se realizó en la calle principal de la II etapa de Garupal, cerca al CAI de la Policía y buscó llamar la atención del alcalde Augusto Ramírez Uhía y del comandante de la Policía del Cesar, quien en ese entonces era el coronel Diego Rosero, para que hicieran frente a la delincuencia que los hostiga.
Al lugar de la protesta llegaron funcionarios de la Alcaldía de Valledupar y más de 15 policías que realizaron un comando situacional para acompañar a esta comunidad.
¿Qué dicen los expertos?
Addiel Soto, sociólogo y catedrático de Conciencia Ciudadana de la Universidad de Santander, sede Valledupar, explicó el tema de la justicia por mano propia. “La justicia ha sido muy permisiva por las penas a los delincuentes y no ha dado para regular los comportamientos de los ciudadanos que delinquen. Estos actos no son normales pero terminan siéndolo porque moralmente se les es permitido. Además de eso se está consumiendo en televisión, radio, prensa y la internet algunas acciones que terminan siendo representaciones mentales”, indicó.
¿Cuáles son las estrategias de la Policía?
Ante este panorama, el subcomandante de la Policía Cesar, teniente coronel Mauricio Bonilla, le dijo a EL PILÓN que la Policía no comparte estos actos de la comunidad e invita a la tolerancia y a la no violencia.
El coronel Bonilla aseguró que la comunidad debe de dar siempre una información oportuna para que las patrullas lleguen al lugar donde se presente el altercado. “Las patrullas defienden y respetan los derechos humanos, no podemos permitir que la ciudadanía tome la justicia por sus manos, la violencia da más violencia”, expresó el oficial.
Agregó que este año la Policía ha capturado en Valledupar a 850 personas; 715 capturados en fragancia y 135 por orden judicial, de las cuales el 46 % quedan en libertad, el 27 % con detención domiciliaria y el restante en la cárcel.
“Si las víctimas no denuncian, estas personas seguirán cometiendo hurtos; si denuncian, quedan con antecedentes. El éxito de la denuncia es permitir darle herramientas a la justicia para poder judicializar a los delincuentes”, explicó el oficial.
También aseguró que los barrios con menos gente en la calle son los más apetecidos por los atracadores para abordar a las víctimas, “porque es más difícil robar en un centro comercial que en un barrio, además la mala iluminación y las vías en mal estado son factores que se vuelven focos de inseguridad”.
La Policía tiene establecido que otro de los grandes problemas de los atracos callejeros es que son cometidos por menores de edad, con quienes la justicia es más flexible. “De 43 menores capturados, a uno le dieron amonestación, a cuatro servicios comunitarios, tres libertad en libertad, a 25 los enviaron a sus casas con condicional y solo a 10 lo privaron de la libertad; esto hace que la comunidad se sienta inconforme”, destacó.
Con el caso de ayer, el barrio Garupal vuelve a llamar la atención de las autoridades y la comunidad espera que haya estrategias contundentes de seguridad para que los ciudadanos del común no sigan haciendo justicia por su propia cuenta.
Por Sara Maestre DiazGranados/EL PILÓN