El equipo de la ciudad, bajo la dirección del icónico Gerardo Bedoya, empezó el partido ganando gracias a un gol tempranero de Jhon Gutiérrez.
Por Redacción EL PILÓN
Luego de firmar en el 2021 una de las peores campañas de su historia y la llegada de nuevos inversionistas, el Valledupar FC inició el sueño del ascenso con una victoria por la mínima diferencia sobre el Real Santander.
El equipo de la ciudad, bajo la dirección del icónico Gerardo Bedoya, empezó el partido ganando gracias a un gol tempranero (a los 5 minutos) de Jhon Gutiérrez, la única anotación del partido.
Desde entonces la iniciativa fue de los visitantes, claro, sin mucha profundidad. Como en sus anteriores equipos, Gerardo Bedoya dio prioridad al orden defensivo con un claro 4-1-4-1, que por ratos se convertía en un 4-5-1.
Al minuto 20 llegó una de las pocas ocasiones de peligro para los visitantes, con un disparo rasante desde fuera del área que terminó en las manos del arquero. El equipo local nunca se sintió incómodo cediendo la posesión, sin embargo, tampoco logró ser claro con el balón.
Durante todo el partido, los dos centrales del local fueron importantes para iniciar juego, aunque a veces sin mucha claridad, por eso los santandereanos se valieron de la presión alta para provocar errores en la salida. No obstante, fuera del gol no hubo más emociones en los primeros 45 minutos.
SEGUNDO TIEMPO
La parte final del partido empezó con polémica. A los cuatro minutos de juego, luego de un tiro libre, el guardameta del Real Santander, Sebastián Serrano, salió en busca del balón lejos de su arco.
Aunque se impuso sobre el rival, en una disputa sin sentido le propició un manotazo a un jugador del Valledupar, lo que el juez consideró como roja.
Ante la urgencia, el equipo visitante sacrificó a Gustavo Reyes para que ingresara Eduar Esteban, el arquero suplente. Entonces, el Valledupar hizo sentir la superioridad numérica, dominando el balón y controlando las situaciones.
Expulsión que castigó también el buen fútbol, pues el Valledupar supo jugar con la necesidad de los visitantes controlando el balón y evitando llegadas de riesgo.
Un partido de pocas emociones que marca una nueva era para el equipo de la capital del Cesar, esta vez, dirigido por un Gerardo Bedoya que le imprime a sus equipos el mismo ímpetu con el que marcaba el medio campo cuando era jugador.
El próximo juego del equipo verdiblanco será ante el Atlético FC como visitante, el próximo sábado 29 de enero.
¿EN UNA GRANJA?
Capítulo aparte merece el estado de la grama del estadio. Parte del poco fútbol creado fue culpa del pésimo estado del pasto del Estadio Armando Maestre Pavajeau.
Cargado de parches de tierra se hizo difícil controlar el balón y jugar fútbol de toque. Algo deben hacer las autoridades. La situación es impresentable.
Contrario, la buena noticia fue el regreso de la hinchada al estadio luego de casi 2 años con limitaciones de aforo por la pandemia provocada por el covid-19.