Preocupados y consternados están los habitantes de Manaure, Cesar, por la construcción de un galpón de gallina que según las denuncias estará ubicado a escasos metros del río que suministra agua al acueducto municipal.
La inquietud de los manaureros se concentra más en la tala de varios árboles de la zona, el cual se llevó a cabo con una autorización otorgada por la Corporación Autónoma Regional del Cesar, Corpocesar, a la persona que construirá dicho criadero de gallinas ponedoras.
En el 2012, el Ministerio del Medio Ambiente tuvo bien en titular al balcón turístico del Cesar como tierras de reservas forestales de La Magdalena, al igual que otros 14 municipios más de este departamento.
La población en general solicita a las autoridades ambientales hacer intervención en la construcción de este galpón que para esta obra se hizo necesaria la tala de varios árboles, a sabiendas de que el Gobierno Nacional declaró esta región reserva forestal.
Además reclaman por la contaminación que puede acarrear para el río Manaure los desechos del criadero, debido a que de este afluente se abastece de agua el acueducto del municipio.
José Santander Herrera, gerente de la empresa de servicios públicos de esa población, dijo estar inconforme con el permiso que dio Corpocesar de cortar los árboles que al parecer tenían más de 30 años de existencia con el fin de darle vía libre al levantamiento del galpón.
“Junto a la Umata y a un delegado de la Secretaria del Medio Aambiente del Departamento, practicamos la visita a la construcción que está a 80 metros de la bocatoma y estamos un poco molestos e incómodos porque Corpocesar concede esos permisos a los propietarios de esos terrenos y nos asiste una preocupación porque yo sé que a futuro vamos a tener muchos inconvenientes con respecto al agua que consume la comunidad de Manaure”, enfatizó.
A solicitud de la comunidad el jefe de la Umata del municipio, Germán Becerra Álvarez, invitó a la Secretaria de Ambiente del Departamento del Cesar para que se hiciera una inspección en el sitio donde según los propietarios de los predios se piensa construir un proyecto demostrativo, así lo manifestó el concejal Jesús Lúquez.
“Lo que preocupa a la comunidad es que está en la parte media del río, que debieron hacer los estudios pertinentes antes de haber empezado las obras para ver qué producía en el medio ambiente y también es de anotar que la bocatoma que surte al acueducto del municipio está a unos 120 metros de donde se piensa construir el proyecto”, agregó el edil.
Por otra parte, el exdiputado del Cesar, Hilario Añez, calificó de irresponsable la forma en la que actuó Corpocesar al haber entregado la autorización de la tala de los árboles.
“Lo que uno no entiende es cómo una entidad como Corpocesar entrega esos permisos para que talen árboles y sobre todo en Manaure que es una zona protegida por el Gobierno Nacional en lo que tiene que ver con la forestación. Hay una actitud irresponsable de Corpocesar en haber entregado esos permisos”, aseveró el exrepresentante de la Asamblea Departamental.
¿Qué respondió Corpocesar?
EL PILÓN tuvo acceso a la resolución No. 179 del 14 de octubre de 2014 en el Asdrúbal González Quiroz, coordinador de la Sub Área de Recursos Naturales de Corpocesar, autoriza a Alber José Daza, para ejecutar intervención forestal sobre árboles aislados en el predio ‘La Reserva’, en zona rural de Manaure.
Según el documento, Alber José solicitó a la corporación ambiental un permiso para erradicar tres árboles de la especie Pionio, los cuales por su ubicación perturbaban la construcción de una obra civil y que además presentaban problemas de volcamiento ya que estaban inclinados sobre una vivienda en ese predio.
En la edición de ayer este medio publicó un informe sobre los departamentos con menos alertas por deforestación, en el que el Cesar se ubicó en las regiones de Colombia con menos índices de pérdida de cobertura de bosques naturales.
Según González Quiroz, esta noticia favorable para el departamento es debido a la abundancia de bosques protectores que están ubicados en las orillas de los ríos, arroyos, quebradas y nacimientos de agua.
Las leyes ambientales establecen que se debe dejar una franja protectora de vegetación de 30 metros a lado y lado de estas corrientes de agua, esa margen se denomina bosque protector.
En el documento se estableció que durante la inspección de las autoridades ambientales en los predios de propiedad de Juan Carlos Restrepo, fueron ocho los árboles inventariados de las especies Pionio, Aguacate, Campano y Orejero.
Y que el árbol Pionio más cercano a la orilla del río estaba a una distancia aproximada de 38 metros, lo cual cumple con lo establecido para el área de protección del afluente.
“Yo fui y me cercioré y la tala está a más de 30, 40 metros de la orilla del río, esa construcción la está asesorando el Sena y el ICA, Corpocesar únicamente autorizó la tala de cuatro árboles para la construcción de los galpones.
Se tumbaron otros árboles ahí pero fueron de la especie de aguacate pero eso lo autoriza es el ICA, creo que esos aguacates los tumbaron porque estaban enfermos eso fue por control de plagas”, manifestó Asdrúbal González, quien al tiempo dijo que sobre la tala de plantación de cultivo la autorización la otorga el ICA.
“Nosotros únicamente estamos dando permisos para aprovechamientos domésticos, que sea de necesidades de los predios como cercas, construcción pero como aprovechamiento comerciales no se está dando autorización por parte de Corpocesar”.
¿Sabías qué?
La fabricación o adaptación de un galpón va de acuerdo a los requerimientos necesarios para la cría de las aves, tales como la ubicación, orientación, terreno, clima y especialmente la disponibilidad de agua.