Los cuidados de la salud son algo que se convierte en una necesidad tanto para hombres como mujeres. Aunque son estas últimas quienes generalmente cuentan con más espacios en este sentido y en cierto modo realizan con más regularidad la visita a los profesionales de la salud, el género masculino también debe tener en cuenta las necesidades que va manifestando su cuerpo y los procedimientos que se precisan realizar para lograr su bienestar.
Justamente en este sentido existen dos procedimientos que se hacen muy comunes para los varones y se trata de la frenulotomia y la circuncisión.
Aunque la primera es más desconocida, se trata, de acuerdo con la médico María Angélica Navarro, de un procedimiento que implica la intervención quirúrgica para cortar el frenillo del prepucio que es una anormalidad común en los hombres.
El propósito de la operación es estirar la brida a la longitud normal, debido a que esta patología que es una longitud inusualmente corta, causa problemas con el descubrimiento de la cabeza del pene lo que conduce a la eyaculación precoz y tensión en la brida lo que provoca sensación de dolor.
Según la profesional de la salud, la ventaja de este procedimiento es más que todo de corrección, además no se necesita de hospitalización y es completamente seguro y simple. Además agregó que raramente la frenulotomia causa complicaciones una vez que se realice con todas las recomendaciones postoperatorias del caso.
Con relación a las razones que motivan la realización de este procedimiento, Navarro se refirió a que solo es indicado en pacientes con sintomatología como dolor durante las relaciones sexuales, grietas o fuerte tensión en el pene, pero no es algo que todos los hombres se deban hacer en algún momento.
En cuanto a la circuncisión, explicó que es una cirugía para quitar el prepucio -la piel que cubre la punta del pene- y que a pesar de que anteriormente existía la costumbre de tener que circuncidar a todos los recién nacidos, no es algo que todos los hombres se deban realizar.
Entre las causas están la fimosis, que es la imposibilidad de correr el prepucio detrás del glande, y la balanitis, una infección a repetición de difícil manejo.
“Hay ciertas indicaciones para realizar esta cirugía, indicaciones claras y precisas y sólo después de una valoración adecuada por parte del médico especialista debe decidirse si vale la pena llevar al paciente a la cirugía para así no crear falsas expectativas”, aseguró Navarro, quien agregó que entre los posibles beneficios de esta cirugía está la disminución del riesgo de infecciones de las vías urinarias, cáncer de pene y enfermedades por contacto sexual.