Luego de que el Instituto Geográfico Agustín Codazzi diera a conocer el traslado de 84 predios que por años han pertenecido a Norte de Santander y que ahora se convertirían en tierras cesarenses, se generó una polémica en el municipio de Ocaña por ser los corregimientos de Aguas Claras, Pueblo Nuevo, Agua de la Virgen, Mariquita y 10 veredas de esta población, las zonas que están en conflicto territorial.
Son 84 predios que de acuerdo con las nuevas cartas catastrales ahora pertenecerían al departamento del Cesar. Por este hecho, el representante a la Cámara por Norte de Santander, Ciro Rodríguez Pinzón, citó ante la Comisión de Ordenamiento Territorial al director del IGAC, Juan Antonio Nieto, para que explicará las razones técnicas que dieron origen a esa situación.
En la reunión que estuvo acompañada por la alcaldesa de Ocaña, Miriam Prado Carrascal, el congresista explicó con documentos en mano la importancia que estos predios representan para el municipio hace más de 120 años en materia cultural, económica, política y religiosa.
Al finalizar la reunión el IGAC explicó que se desarrollará un nuevo estudio donde se tenga en cuenta la participación de las comunidades y diferentes actores de la región, para conocer si están o no de acuerdo con la segregación de estos terrenos.
De acuerdo con los datos del IGAC, dentro del Plan Básico de Ordenamiento Territorial de 2002, se evidenciaron diferencias limítrofes entre los departamentos de Norte de Santander y Cesar, documento que debía ser analizado y concertado en su época por las alcaldías de Ocaña y Río de Oro, donde existe la mayor cantidad de extensión de tierras.
De acuerdo con la carta catastral, esos predios se anexaron a los municipios de San Martín, Río de Oro y González, en Cesar.
Mientras el proceso se aclara, los habitantes de los terrenos reclaman la falta de notificación y socialización de la decisión del IGAC y esperan conocer cómo fue el proceso para que todas esas tierras pasaran al Cesar.