Fredy, un hombre natural del Tolima, lleva 17 años cumpliendo una condena en la Penitenciaría de Alta y Mediana Seguridad de Valledupar, conocida como ‘La Tramacúa’. Durante ese largo tiempo ha vivido un proceso de transformación personal que le ha permitido arrepentirse y reflexionar sobre su deseo de ser un ejemplo de superación para los demás, especialmente para los jóvenes.
El recluso tuvo la oportunidad de salir por primera vez en años, como parte de una jornada de embellecimiento y limpieza que se desarrolló en el parque Don Alberto de la capital del Cesar junto a otros 8 reclusos más, como parte de un proceso de resocialización y en búsqueda de una segunda oportunidad.
Leer también: Doble homicidio en La Paz: pareja es asesinada a tiros mientras cerraba su restaurante en San José de Oriente
Fredy, quien no quiso revelar su nombre completo, expresó ante el diario EL PILÓN su felicidad por esta oportunidad y compartió sus mayores aprendizajes de vida adquiridos durante estos años detrás de las rejas. “Le doy gracias a Dios, al director del penal y a todos los que nos apoyan. Este tipo de actividades nos permiten demostrar que podemos cambiar y ser parte de la sociedad”, afirmó emocionado el hombre quien es padre de tres hijos.
Con actitud reflexiva el interno compartió un mensaje a la juventud a quien instó a no cometer los mismos errores, a pensar antes de obrar mal y direccionar su camino hacia el bien. “Antes de cometer errores, piensen en el daño que causan. Uno no mide las consecuencias hasta que ya es tarde, hasta que pierde todo, la libertad, la familia y los sueños”, dijo el hombre quien además enfatizó en que hoy en día es consciente que con sus actos causó un intenso sufrimiento a sus seres queridos quienes, al parecer, optaron por no visitarlo luego de caer en la cárcel.
En medio de la entrevista, Fredy reflexionó sobre sus mayores aprendizajes y lamentó profundamente haber perdido el contacto con su familia durante su tiempo en prisión. Aunque tiene tres hijos, la distancia y las circunstancias los han alejado al punto de no saber más nunca sobre su bienestar.
“Tengo mis tres hijos, pero digamos, por la situación del problema, he perdido a mi familia”, expresó.
Pese a que no volvió a verlos, ni abrazarlos, este hombre mantiene la esperanza de reencontrarse con ellos.
Días de aprendizajes en el penal
Su estancia en el penal le ha permitido formarse y participar en actividades laborales, educativas y psicológicas. “Esto es como un colegio. Aprendes si realmente quieres cambiar. Yo estoy aquí para demostrar que no soy el mismo de antes”, comentó.
Con esta jornada de trabajo social, Fredy y sus compañeros esperan que la comunidad los vea con otros ojos, no como delincuentes, sino como personas que buscan una segunda oportunidad.
¿Quién es Fredy?
Aunque no quiso entregar mayores detalles ni autorizó para el uso de los mismos, el recluso indicó que residía en el Tolima junto a su familia y tres hijos.
Antes de perder su libertad se dedicaba a las labores de albañilería y cocina. Ahora, en el penal desarrolla labores de artesanía que le han permitido hacer de sus días un poco más llevaderos.
Cabe señalar que este hombre está próximo a recobrar su libertad, indicó que luego de 17 años estaría a menos de dos años para volver a reintegrarse en la sociedad en la cual espera ser útil y aceptado.
Por último, este hombre agradeció por la jornada en el parque Don Alberto, organizada con el apoyo de Emdupar, que marcó el inicio de un programa que busca brindar más oportunidades a personas como Fredy, quienes están dispuestas a demostrar que el cambio puede ser una realidad y que existen segundas oportunidades para quienes tienen el propósito de enmendar su destino.