Por Mariaruth Mosquera/ EL PILÓN
Hazaña es una “acción de gran valor y esfuerzo”. Por ejemplo, que en estos tiempos un muchacho de 20 años con cerca de doce mil seguidores en Instagram tenga la valentía de hacer un ayuno de redes sociales por varias semanas para atender las demandas de su arte y su proyección. Hazaña es que este muchacho llegue a una competencia junto con muchos otros tan talentosos como él y establezca un punto diferencial que lo catapulte a la dignidad de rey, y no de cualquier rey, sino del emblema principal de un folclor que es patrimonio universal: Francisco Moscote, ‘El Hombre’, máximo ícono del vallenato.
“Es demasiado, es inexplicable el entusiasmo y la felicidad que cargo encima”, dijo ese muchacho, Gustavo José ‘Tavo’ Picalúa Moreno, proclamado la noche de este domingo como ‘Francisco el Hombre 2019 – 2010’, al obtener la más alta calificación en el concurso de Mejor Voz en el certamen que lleva el nombre del juglar trotamundo. “Pero yo sabía que lo iba a lograr porque me preparé muchísimo, abandoné mis redes sociales y me dediqué a prepararme para esto”, confesó.
El nuevo rey, quien releva en este rol a su paisano maicaero Jesu Romero, es un apasionado de la música, de la moda, de los amigos, de la vida; un joven que no solo canta y compone sino que interpreta instrumentos de cuerda, viento y percusión, muy acorde con la carrera de música que adelanta en una universidad de Pamplona, Norte de Santander; un joven según el cual “debemos explotar todo lo que sabemos”, porque “estamos para innovar, atrevernos y ser diferentes”, y además hay que estar “siempre sonriendo para que la gracia de Dios actúe”.
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Al concurso llegó de cabello oscuro, con una incipiente ‘cola de caballo’ en la parte superior y corto a los lados, pero luego se le vio en la tarima llevando en su cabeza el color del oro, quizás asociado a las coronas y asuntos reales. Mientras recorría la tarima cantando, bailando, conectando con el público, muchos espectadores asentían con la cabeza como validando su talento y la evidente verdad de que él es el dinamizador de su agrupación, que lleva el nombre de Contundentes, como el capítulo que acaba de protagonizar.
El domingo se levantó temprano y salió a correr, a recibir del mar su melodía milenaria y del viento el brío que viene desde el nordeste; a andar sobre la arena de la playa en la que libraría su más fuerte batalla musical hasta el momento, ya que este es su segundo título (el primero fue el Francisco el Hombre Juvenil); salió a encontrarse con la mañana: “Para despejarme la mente y la garganta”, y lo logró. En la noche le correspondió abrir la competencia y luego vio a sus tres rivales dar lo mejor de sí; los admiró, les deseó lo éxitos y se encomendó a Dios. La respuesta llegó para hacerlo responder la pregunta, ¿qué siente un muchachito de 20 años al llevar sobre sus hombros la bandera de un personaje tan histórica y culturalmente enorme como Francisco el Hombre? “Bueno, él fue uno de los primeros exponentes del vallenato y me llena de felicidad representarlo; como dice el Festival: nuestra tradición con nuevos aires, yo estoy aquí para implementar juventud con la tradición guajira”, respondió.
Talento creciente
Si en algo estuvieron de acuerdo Silvio Brito (cantante), Beto Murgas Jr. (músico y productor), Antonio Jiménez (compositor y director musical), Héctor González (musicólogo) y Roger Bermúdez (musicólogo), jurados de todo el certamen, fue en el talento que están derrochando las agrupaciones en la playa guajira, lo que hace más atractiva la competencia y más ardua la tarea de escoger a uno en cada categoría.
En los palcos hacían apuestas por los acordeoneros, que ‘fulano’ tocó mejor, pero que ‘mengano’ tiene más carisma, igual con las agrupaciones, pero las dudas se iban despejando con la rapidez del software que ofrece la oportunidad de la calificación inmediata, de modo que a los treinta segundos de finalizada la intervención del último participante, todos conocieron los nombres de los ganadores, al hacer sumas y restas de los puntajes en pantalla.
Camilo Mugno, ganador de festivales a lo largo del país, quien estuvo acompañado por el cantante Juancho Fuentes, obtuvo el mayor puntaje en acordeón y se declaró muy feliz: “Es la primera vez que me presento en un certamen de manera comercial con mi cantante y ha sido muy bonito porque quizás somos los más nuevos en este proceso. Tenemos dos meses de haber conformado la agrupación, cuando hay otras de cinco y seis años que lucharon por este sueño. Me siento contento porque nos preparamos y se demostró que podemos hacer grandes cosas por nuestro folclor vallenato”.
‘La Tropa del Swing’, conformada por Jorge Mario Acuña y Camilo Quintero, se hizo al título de Mejor Agrupación. “Gracias a Dios tenemos una agrupación que venimos con un proceso de más de cinco años juntos y esa es la Tropa del Swing. Entregamos todo en tarima, ganamos el otro premio que es canción inédita y las gracias se las quiero dar a Dios y a ese pueblo riohachero que siempre nos apoyó”, dijo Camilo. Esta agrupación interpretó ‘Penumbras de luna’, de Martín Calderón, elegida el día anterior como Mejor Canción Inédita.
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La cuarta agrupación finalista fue ‘Los Hijos de Matilde’, integrada por el acordeonero Felipe Jaime y los cantantes Camilo Quiroga y Fernando Castilla, que llegaron procedentes de Bogotá y fue inevitable evocar a ‘Los Hijos del Viejo Miguel’, que en 2012 llegaron de Madrid, Cundinamarca, y se llevaron no solo el premio mayor, con Mejor Cantante (Poncho Quevedo), sino también el de Mejor Agrupación. Pero, aunque paradójicamente este domingo los interioranos fueron los que más tradicional hicieron sonar el vallenato en tarima, no lograron entrar al podio. Roger Bermúdez, jurado, explicó a EL PILÓN que en ocasiones tener dos cantantes puede afectar positiva o negativamente el resultado, puesto que la calificación final es el promedio que resulte de sumar las de los dos, sin que signifique esto que haya sido el caso de ‘Los Hijos de Matilde’.
El contundente mensaje de Silvestre Dangond
Uno de los artistas en la gala de cierre del Festival Francisco el Hombre fue Silvestre Dangond, quien por un tiempo aproximado de dos horas cantó, interactuó con el público, reiteró su amor por la capital guajira y su gente.
“Gracias a Dios porque nuevamente me da la oportunidad de tenerlos al frente y para mí esto es un privilegio”, dijo el urumitero, y entregó contundentes mensajes de vida, comenzando con la parábola de un hombre que, pese a tener su carro y sus zapatos, anhelaba los del vecino, pero una vez los compró y los usó vio del vecino más bonitos que los suyos: “En ese caso usted está comprando algo por envidia, sin necesidad. Ese es el mensaje más importante que dejo esta noche. Yo por eso hago lo que quiero”, expresó.
El artista urumitero dijo que quienes “abrieron la trocha” fueron “Diomedes, Rafael Orozco, Oñate, Zuleta, Beto, Villazón; a ellos les debemos todo, ellos merecen un altar, ellos merecen respeto, ellos merecen admiración. Y a todos los que están por ahí, cabeza hueca: ¡No nos comparen con ellos, por favor! Eso es una ofensa. Por favor, les pido, ¡Ya está bueno! Nuestro género ha crecido a punta de chisme, de bochinche. ¡Hagamos música!… Sí, a mí sí me critican por todo lo que he hecho, pero lo he hecho por mí, por crecer. Cuando usted se monta al avión le dicen: si sale oxígeno, primero póngaselo usted y después se lo pone a los demás. Yo estoy salvando mi responsabilidad, estoy creciendo, para después poder hacer muchas cosas, por ejemplo el tour ‘Entre grandes’, este era el momento de hacerlo, con todos los acordeoneros, vallenato limpio, pero después de haber hecho otras cosas que me han hecho crecer. Usted no sea rencoroso, no sea envidioso que nunca se va a ver bonito en el espejo, siempre se va a ver feo, ¿por qué? Porque tiene el corazón podrido… ¡Payaso!”.
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Seguidamente interpretó ‘Si yo supiera’ de su autoría, al cabo de la cual reiteró su mensaje de vivir la vida querida, de hacer lo que se anhela y dijo: “Pase lo que pase mañana, hoy he sido feliz”. También ofreció disculpas: “…Por ser sincero, pero si no lo decía no me iba tranquilo pa’ la casa”.
Adiós homenajeados, bienvenidos países invitados
Este fue un festival distinto, que arroja un balance positivo. Ruth Berardinelli, presidenta del certamen, habló con EL PILÓN sobre lo mucho que se creció el festival y el exitoso balance del mismo. “Este año fue diferente porque tuvimos la primera feria étnica artesanal del Caribe colombiano, que fue un total éxito. Que cosa tan maravillosa, ver a todas nuestras etnias reunidas en ese sitio, con sus artesanías tan lindas, igualmente nuestra comida típica increíblemente deliciosa y la gente cómo acudió a desayunar y almorzar en ese sitio tan agradable (Centro Cultural de Riohacha), nuestros dulces de la provincia, de Monguí…”.
Y se refirió a la trascendental conexión que hicieron con Curazao, país invitado al Festival, al tiempo que anunció: “Ya no vamos a homenajear a nadie, ahora vamos a tener países invitados, queremos recuperar esas relaciones, ese intercambio comercial. Vamos a hacer cosas maravillosas con ellos: intercambio cultural, deportivo, comercial; cuando ese barco vaya a zarpar, que vaya a llevar los productos nuestros, yo quiero estar ahí”. Se prevé que por la Alta Guajira se reanuden el tráfico de embarcaciones marítimas para llevar y traer productos entre los dos países.
Y bajado el telón de esta versión, el equipo en pleno de la Corporación Francisco el Hombre emprendió tareas para la versión número doce. “Esta es una fiesta diferente, empezando por el sitio donde se realiza: frente al mar Caribe; un festival donde todos somos familia porque somos primos, entonces yo espero que el año entrante Riohacha se llene de muchísima gente que nos conozca, que vengan a esta maravillosa tierra que, como dice el gobernador (Wilson Rojas) es donde nace el sol y nunca muere la esperanza”.