Aprender francés le ha significado a Ana Gabriela Giraldo Baños nuevas posibilidades y nuevas maneras de percibir el mundo. Luego de cuatro años de estudiar en la Alianza Francesa de Valledupar aprobó el examen B2, que le permite adelantar las gestiones necesarias para cursar sus estudios universitarios en Francia.
“Estoy en un proyecto de estudiar en Francia, teniendo en cuenta que la educación allá es más económica. Quiero estudiar medicina; es más complejo porque el proceso de admisión es full exigente, por lo que es un gran reto. Me tocaría irme un poco antes de que empiecen las universidades allá, como en abril a mayo, porque es calendario B, para afianzar la gramática y la fluidez verbal, y postularme en las universidades que tengo en mente: de Toulouse, de Grenabe y de Marseille. En la Alianza me han asesorado y acompañado en este sueño, que con el favor de Dios se cristalizará”, manifestó la joven de 16 años.
Ella confiesa que inició el aprendizaje de un segundo idioma como una exploración y que en ese momento no sabía lo que le significaría. “Empecé en la Alianza Francesa como por probar. Yo tenía 12 años, era como por desestresarme, aprender algo nuevo y aprovechar el tiempo libre, atendiendo consejos de mis padres; poco a poco le fui cogiendo el gusto, a tal punto que llegó un momento en que me gustaba más el francés que el inglés. Hoy en día puedo decir que es una de las lenguas más elegantes y cultas que se pueden aprender”, acotó.
Para Giraldo Baños, saber francés aparte de ayudarle a adquirir nuevas relaciones, le ha permitido una formación integral, argumentando que “la Alianza Francesa es una institución no gubernamental que te permite ser una persona integral, puesto que te aborda académicamente, con la enseñanza del francés, y en los campos de las artes y escritura. En lo personal he tenido la oportunidad de participar en varios proyectos artísticos; he cantado y he expuesto en francés ante cierta cantidad de personas, lo que me permite más seguridad en público. Son un cúmulo de oportunidades que te permitan desarrollarte, mucho más en esta etapa de la vida en que estoy”.
Agregó que definitivamente este conocimiento le dio un nuevo rumbo a su vida. “Los jóvenes por lo general no sabemos lo que queremos o lo que nos gusta realmente. Yo empecé a estudiar francés y fue como una guía; me centró, me abrió nuevas puertas y me dejó entrever otras posibilidades, pues me hizo entender que existen otros mundos en los cuales puedo hacer parte diferente a mi región y país”, concluyó.