Valledupar despidió el mes de febrero con la buena noticia que, respecto a enero de 2023, este año disminuyó 3,3 % el desempleo, y se ubicó en 12,5 %.
Claro, respecto al mes anterior, diciembre de 2023, en enero aumentó el desempleo, pero es algo normal. En diciembre las fiestas de fin de año, la Navidad y el auge del comercio ofrecen más empleos, lo que permite que aumente el número de ocupados.
En enero las administraciones públicas poco contratan y muchos negocios apenas están haciendo presupuesto.
Siguiendo los datos del DANE, la ciudad tiene alrededor de 186.000 personas trabajando, quienes son los encargados de mover la economía. Sin embargo, el problema que deben enfrentar las administraciones es la calidad de esos empleos.
Porque el mismo DANE nos aterriza y nos dice que Valledupar es la segunda ciudad del país con mayor porcentaje de informalidad, solo superada por Sincelejo. Ese 64 % de informalidad que nos muestra significan 119.040 personas en el rebusque, claro de diferentes niveles.
Porque esa informalidad incluye al abogado que litiga de forma independiente, al peluquero, al zapatero, al plomero, al mototaxista, pero también a una vasta población de vendedores informales que se rebuscan el alimento diario en las calles de Valledupar y que están en la línea de pobreza.
Formalizar Valledupar debe ser una política pública de los gobiernos municipal y departamental. En ese sentido hace fuerza también la Cámara de Comercio. Es lógico, un comerciante formal puede recibir importantes beneficios pero también es un potencial contribuyente a la Cámara y al Municipio del impuesto de industria y comercio. Impulsar, como se ha dicho mil veces, la llegada de inversión y empresas extranjeras es una tarea inaplazable. Es una forma de contribuir a empleos que coticen y aseguren sus pensiones.
Mientras tanto llegan hay un chicharrón caliente y persistente que pocas administraciones han querido atender, la lucha contra la informalidad.
El turismo religioso en Buga
Leímos hace 8 días en El Espectador: “¡Buenas noticias para el turismo de Colombia! Guadalajara de Buga, en el Valle del Cauca, se convierte en el primer municipio del país en formar parte de la Red Mundial de Destinos de Turismo Religioso.
El anuncio lo hizo la directora de la Red, Pilar Váldes Arroyo, durante el XX Congreso Internacional de Turismo Religioso y Sostenible, que se está realizando en Fátima, Portugal”. Esos congresos valoran la diversidad religiosa y cultural.
Eso es el Milagroso de Buga que genera una amplia visita durante todo el año de feligreses y curiosos, estimados en 3 millones de personas, que hacen imposible conseguir hoteles y hostales y que convierten a esa ciudad en atractivo junto a ciudades como Santiago de Compostela en España, La Aparecida en Brasil, Fátima en Portugal o La Meca en Arabia, nos recuerda el columnista Mario Fernando Prado.
Una apuesta interesante haría Valledupar, como hemos insistido, dada su gran tradición religiosa y sus grandes atractivos .
Junto al catolicismo hay otras expresiones, como el festival musical cristiano ‘Fiesta Celestial’ que tendremos, entre el 2 y el 4 de mayo, dentro del marco del próximo Festival Vallenato.