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Filosofía política. Los Liberalismos (I)

Este tema lo abordaremos de manera bifronte, esto es, de un lado, el aspecto meramente político y del otro, el asunto económico.

A continuación, indico los nombres de varios tratadistas, respecto de las diferentes escuelas del liberalismo, que datan desde los siglos XVII hasta nuestros días, con el objeto de marcar un derrotero desde los más alejados autores hasta los más próximos a nuestro tiempo. Unos hacen énfasis sobre la cuestión propiamente política y otros, sobre los temas económicos. Es, pues, una lista que facilita una guía para las personas interesadas al respecto.

Thomas Hobbes, John Locke, David Hume, Juan Jacobo Rousseau. El año pasado el escritor Mario Vargas Llosa editó su último libro, La Llamada de la Tribu, donde reseña, como representantes de las corrientes liberales, los siguientes nombres: Adam Smith, José Ortega y Gasset, Friedrich August Von Hayek, Sir Karl Popper, Raymond Aron, Sir Isaiah Berlín, Jean-Francois Revel. Yo añado dos: Heinrich Edler Von Mises, John Rawls.

El mundo de las ideas, tanto acerca de la posición meramente política como de la económica, que aquí tratamos, tiene como fundamento la sabiduría espontánea de la naturaleza humana.

Una visión de ésta puede ser la de que el hombre es un ser egoísta, interesado especialmente por todo aquello que le reporta una utilidad personal, descuidando el bien de los demás. Otra visión puede ser contraria a la anterior, es decir, que el hombre es una criatura altruista, que se interesa no sólo por el bien privado suyo, sino por el de la sociedad de la que hace parte. Por tanto, es un hombre capaz de solidaridad.
Thomas Hobbes, consideraba que la naturaleza humana es egoísta. En cambio, John Locke pensaba que ella está dotada de las características que la muestran altruista. Y de estas dos ideas, fluye el manantial que históricamente nos presenta a los hombres obrando en uno u otro sentido.

Imaginémonos al hombre primitivo y no tan primitivo ante la necesidad de una convivencia común. Habrá momentos de paz, pero seguramente los más serán de conflictos entre sus intereses. Y tales conflictos hay que resolverlos para evitar la guerra y vivir en paz.

Por tanto, imaginemos también uno o más métodos de solución. Uno podría ser el del uso de la fuerza, en virtud del cual uno o más de la comunidad resuelven por métodos violentos, dirimir los conflictos. Otro método podría ser el de ponerse de acuerdo, por lo menos la mayoría de la comunidad, para resolver los conflictos de manera pacífica, creando una agencia a la que podríamos llamar el Estado, al que se le entregase el monopolio del uso de las armas, para establecer la paz. Continuará…

Rodrigo López Barros.-rodrigolopezbarros@hotmail.com

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