Las fiestas patronales son celebraciones solemnes que nos brindan la maravillosa oportunidad de expresar sentimientos individuales y colectivos, en donde la fiesta y la religión están íntimamente ligadas, y forman parte de las tradiciones de los pueblos.
Las fiestas patronales en Mariangola siempre han sido motivo de congregación y encuentro de familias y amigos, desde finales de siglo XIX, cuando Feliciana Castañeda empieza la velación del Santo Cristo. Al morir Feliciana, su hijo Francisco Quiroz Castañeda hereda la tradición. La fiesta toma renombre en la comarca y vienen de los pueblos cercanos músicos a tocar en la velación y las octavas. Para exaltar la alianza histórica de la música con el Santo Cristo, desde hace varios años se viene realizando un festival de música vallenata en los días cercanos a los actos religiosos. El más reciente festival culminó el día de ayer.
El señor párroco, Gabriel Rojas Celis, con el apoyo de la Junta profiesta, tiene ya lista la programación de las festividades del Santo Cristo: el 14 de septiembre, a las 4:00 a.m., alborada musical, y a las 7:00 a.m., la eucaristía con monseñor Óscar José Vélez Isaza; a las 10 a.m., bautizos y primeras comuniones; a las cuatro de la tarde es la procesión, que en esta ocasión celebra 62 años, pues la primera fue en 1956, organizada por la maestra Juana Bautista Mindiola de Atuesta.
La imagen del Santo Cristo, enclavada en la cruz, representa la vida de Jesucristo como símbolo de resignación espiritual. La religión católica tiene dos fiestas dedicadas al culto de la Cruz: el 3 de mayo y el 14 de septiembre. Sus orígenes se remontan a épocas del emperador romano Constantino, quien en el sexto año de su reinado (312) se tuvo que enfrentar a los bárbaros, en una lucha que se creía imposible a causa de la magnitud del ejército enemigo. Una noche, el emperador tuvo una visión en el cielo, en la que se apareció la cruz con unas palabras: ‘In hoc signo vincis’ (con esta señal vencerás). Al día siguiente hizo construir una cruz, la puso al frente de su ejército y logró vencer a los bárbaros, casi sin dificultades.
En su regreso a la ciudad, Constantino se hizo bautizar en la religión cristiana y mandó a edificar iglesias. Envió a su madre, Elena, a Jerusalén a buscar la verdadera cruz de Cristo, y fue encontrada el 3 de mayo, por eso se conmemora esta fecha como el Día de la Santa Cruz. El 14 de septiembre es la fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz, y es el aniversario de los edificios construidos por el emperador para proteger y magnificar los lugares donde Jesucristo llevó a cumplimiento su misterio pascual de muerte y resurrección.
Desde entonces, las iglesias católicas en muchos lugares del mundo celebran estas dos fechas. En nuestra región, recordamos la fiesta de Urumita del 3 de mayo y en Mariangola el 14 de septiembre, en la imagen del Santo Cristo.
Por José Atuesta Mindiola