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Fidelidad a su origen, clave en concurso de autos clásicos

Los ganadores de los tres puestos del concurso de autos clásicos con sus respectivos carros.

En medio de la primera Autoferia EL PILÓN en Mayales Plaza Comercial, se abrió un espacio para que los aficionados a la colección y restauración de autos clásicos expusieran sus vehículos y compitieran por obtener el primer lugar por la originalidad de su carro con relación a las piezas.

El ganador de esta primera versión fue Armando Murgas con su Craisler Plymouth modelo 1985 que tiene hace un año y medio y que fue restaurando poco a poco con todas las piezas originales de la época como las llantas y los rines.

“Lo tengo como un bebé”, aseguró Murgas, quien se mostró muy complacido con su logro mientras espera que en Valledupar crezca cada día la afición por coleccionar estos carros, razón por la cual aseguró que está vendiendo el mencionado auto. Además de este carro, también tiene en su poder un Ford 1978 que ya está restaurando. Este hombre quien está bastante involucrado con el negocio de los carros puesto que se dedica a la compra y venta, se desplaza por la ciudad en un Chevrolet Camaro pero manifestó que en realidad su auto antiguo logra atraer más miradas.

HOBBIE A TIEMPO COMPLETO

Otro de los participantes que acudió con sus carros fue Milton Polo. Él posee tres: un Jeep Willys modelo 1952, Un Jeep Willys modelo 1970 y un Dodge Demon modelo 1971 con el que obtuvo el segundo lugar.

“Es un hobbie bastante costoso porque hay repuestos que no se consiguen, tiene uno que fabricarlos o muchas veces importarlos, pero igual es muy gratificante”, expresó Polo sobre la afición que mantiene luego de pensionarse tras 18 años de trabajo en el sector minero. Su pasatiempo además lo combina con la compra y venta de otros vehículos más nuevos.

Su dedicación ha sido tal que ya ha logrado conseguir la misma pasión con su familia, entre quienes según explicó sus cinco nietos son quienes más le piden que preserve el Willys modelo 52. Además todos lo acompañan en época de Festival Vallenato que participa en la tradicional caravana y se caracterizan con vestidos camuflados y atuendos de la época.

EL DE LOS MATRIMONIOS

El arquitecto Jairo Jiménez también llegó con su ‘Palomo’ como ha bautizado el Dodge modelo 1973 que desde hace siete años recibió a modo de pago por parte de una tía y que ha ido restaurando paulatinamente hasta convertirlo hoy en el auto más apetecido por sus familiares y amigos a la hora de buscar un carro para los matrimonios.

“Lo piden para matrimonios, se ha casado más de 10 veces, de resto es una delicia, lo tengo para turistear”, aseguró el propietario quien se refirió a que siempre ha tenido carros antiguos, “antes tuve uno que fue un Dodge 1500, también modelo 73 pero era una línea más económica”. El ‘Palomo’ a su vez llama la atención más de su apariencia clásica porque transita por las calles de la ciudad con un particular pito que advierte su paso con la melodía de los Duques de Hazard.

UN CLÁSICO MODIFICADO

Un Toyota FJ 43 modelo 1970 que pertenece a Hernán Mota fue otro de los autos que se pudo ver en medio de esta exhibición. Este vehículo cuenta con una adecuación muy especial que se ha hecho a través de su restauración una vez que fue encontrado en el sector del boliche bastante abandonado. Desde el 2016 que se ha dado su acondicionamiento se le hizo un cambio de lata y otras piezas que ahora son totalmente nuevas. Tiene unas características ajustadas a los deseos de su propietario y por eso tiene instalación de aire acondicionado, dirección hidráulica, vidrios eléctricos, entre otros detalles. Sobre el proceso, Mota comentó que “se ha hecho con mucho cariño, donde se han importado piezas de Estados Unidos, Japón y Rusia”.

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