Con alegría y entusiasmo desbordante los integrantes de la Fundación del Festival de la Leyenda Vallenata, amigos y seguidores de Poncho y Emiliano Zuleta realizaron ayer el desfile de Willys parranderos, que sirve como preámbulo de la máxima fiesta de acordeones.
Cerca de 40 vehículos que marcaron historia en la región lucieron más relucientes que nunca: pintados de diversos colores, ataviados con adornos festivaleros, banderas blancas con el logotipo del Festival Vallenato y algunos con el tricolor colombiano.
Muchos se quedaron con las ganas de ver de cerca a Emiliano, quien no asistió al evento. El que presidió el desfile fue Tomás Alfonso ‘Poncho’ Zuleta, quien saludaba amablemente al público que lo observaba.
La caravana partió de la glorieta de La Pilonera Mayor, pasó por la avenida Simón Bolívar y culminó en el municipio de Manaure, donde lo recibió una multitud de personas admiradores de la música de los hermanos Zuleta.
‘Poncho’ Zuleta, como uno de los homenajeados del Festival, manifestó a los medios de comunicación que este desfile es especial, histórico y sin precedentes.
“Se puede observar la espontaneidad y alegría del pueblo que hizo posible el homenaje para los Zuleta en sus 50 años de vida musical. Vamos para Manaure porque es la matriz de la música vallenata, es el centro de todos los juglares. Allí está el recorrido musical de la familia Zuleta. Yo nací en Manaure, éste es el tronco de nosotros”, dijo ‘El Pulmón de Oro’.
A su turno, el alcalde de Manaure, Ever Santana, expresó la complacencia que hayan escogido al ‘Balcón turístico del Cesar’ como destino del desfile. “Estamos regocijados por tenerlos en nuetro pueblo. Manaure, así como Villanueva, Urumita y El Plan, hace parte de la historia de los hermanos Zuleta, miembros de una dinastía heredada de su padre, el viejo Mile”, acotó.
En la plaza central de Manaure se realizó un conversatorio sobre la dinastía Zuleta. También hubo presentaciones musicales, culturales y degustación de su gastronomía.
Este año el desfile contó con la presencia de cerca de 30 motocicletas que se unieron al final de la caravana.
Annelise Barriga Ramírez/EL PILÓN