Me llamó la atención un espacio fotográfico en el Museo del Acordeón de ‘Beto’ Murgas, en el que se encuentran juntos ‘Colacho’ Mendoza, ‘Cocha’ Molina, Hugo Carlos Granados, Álvaro López y Alfredo Gutiérrez. Sabiendo que nuestra música vallenata tiene excelentes acordeoneros, me interesó saber el hilo conductor que unía a estos cinco maestros del acordeón para estar en el mismo sitio, que fueran ellos y no otros.
En este sentido inquirí a ‘Beto’, quien en ese momento ya disertaba sobre países constructores y modelos de acordeones, lo cual no fue óbice para que amablemente respondiera: “Lo que sucede es que no me han entregado la señalización que va ahí, la cual debe decir Cuatro Rey de Reyes y un Tri Rey”.
Pensé de inmediato que la vida nos enfrenta a situaciones que en su trivialidad pueden parecer intrascendentes, pero que muchas veces son los inequívocos signos de la expresión popular. Una enseñanza más de esa agradable tarde, sobre todo viniendo de ‘Beto’ Murgas, un buen ser humano que llenó de alegres melodías la rítmica consolidación musical del acordeón, caja y guacharaca, además de engendrar como persona natural, la incumplida función del Estado y las organizaciones gestoras de la cultura y el arte, de investigar, adquirir, conservar y exhibir los vestigios históricos, recordar vivencias y destacar personajes con los que adquirimos nuestra identidad folclórica.
Indiscutiblemente ese es el sentido de esta galería real en el museo. Hacer un merecido reconocimiento a Alfredo Gutiérrez, acordeonero ganador en tres oportunidades del Festival Vallenato en la categoría profesional, 1974, 1978 y 1986, compositor, arreglista y cantante que mantiene el primitivo esquema del juglar vallenato y que, a pesar de haber sido laureado en muchas partes del mundo, le falta entrar al Olimpo Conmemorativo de nuestro festival.
Hay que decirlo y ojalá entendiéndose en la mejor intención de la propuesta, sin autocensura por temor a la folclórica inquisición de una poderosa organización como lo es la Fundación Festival de la Leyenda Vallenata, todo lo contrario, debemos opinar libremente sobre nuestro festival porque si bien es cierto que la fundación se encarga de su producción, éste es de todos, por eso los recursos públicos pueden ser invertidos en su realización.
Porque no solo es Alfredo Gutiérrez, Jorge Oñate también ha hecho sobradamente méritos para que se le rinda un homenaje en el marco de las fiestas de abril, incluso ha sido gran animador del festival, es el cantante que como pareja de acordeoneros más reyes vallenatos ha apoyado; ‘Beto’ Zabaleta, Israel Romero, Iván Villazón y tantos más que en estas cortas líneas no alcanzo a nombrar, pero que igual merecen ser laureados por la Fundación del festival.
Como dice la canción ‘ya comienza el festival’ y este año no será, pero sería bueno revisar la decisión prohibitiva de los homenajes y comenzar haciéndoselos a los de mayor edad, para que el inexorable tiempo no nos deje el sinsabor de que la expresión popular va por un lado y las decisiones estructurales de la organización van por otro. Un abrazo.
Por: Antonio Mejía Araújo